Por Jordi Zamora
Marrakech/AFP
Cerca de 200 países pidieron «el máximo compromiso político» para combatir el cambio climático durante la Conferencia de la ONU COP22 en Marrakech, dominada por la elección a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump.
«Pedimos el máximo compromiso político para combatir el cambio climático, una prioridad urgente» proclamaron los 196 países asistentes.
El impulso contra el cambio climático es «irreversible» tras el Acuerdo de París de 2015, aseguraron los mandatarios y ministros que firman la Proclamación de Marrakech.
El cambio climático, un fenómeno de consecuencias impredecibles para la naturaleza y los seres humanos, es considerado una «patraña» por Trump, que además dijo durante la durísima campaña electoral estadounidense que estaba dispuesto a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
El Acuerdo entró en vigor hace poco más de un mes, tras la ratificación de los grandes emisores de gases de efecto invernadero, entre ellos los dos principales responsables, Estados Unidos y China.
Estados Unidos necesitaría tres años para abandonar el Acuerdo de París si lo denuncia, una amenaza que ha agitado las negociaciones de Marrakech.
Los países acudieron a la ciudad marroquí resueltos a empezar la compleja implementación del Acuerdo de París, de cara a 2020.
Los gobiernos, los científicos y las empresas necesitan un «manual de instrucciones» del Acuerdo de París para planificar la urgente lucha contra el calentamiento del planeta, que según los expertos no debe sobrepasar los +2 ºC a riesgo de dramáticas consecuencias.
«Este año hemos presenciado un extraordinario impulso contra el cambio climático en todo el mundo. Ese impulso es irreversible» insistieron los negociadores.
La conferencia de Marrakech se cierra el viernes, tras cerca de dos semanas de negociaciones para empezar a delinear el contenido de la ayuda financiera, de la transferencia de tecnología a los países más desfavorecidos, del control mutuo de las emisiones y de las políticas medioambientales.
«Pedimos una solidaridad clara con los países más vulnerables al impacto del cambio climático», añadió el texto.
Los países ricos reafirmaron igualmente en la proclamación su compromiso con el fondo de 100.000 millones de dólares anuales para los países menos desarrollados, en fondos públicos y privados, a partir de 2020.
Sismo en negociaciones
La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París provocaría un sismo en las laboriosas negociaciones.
Para el Acuerdo de París la comunidad internacional necesitó más de una década de trabajos.
Hay precedentes: el Protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático, que entró en vigor en 2005, nunca fue ratificado por Washington, bajo la presidencia de otro republicano, George W. Bush.
Estados Unidos habría prometido por otra parte 3.000 millones de dólares para el Fondo Verde para ayudar a proyectos medioambientales en países en desarrollo o pobres. Hasta la fecha solo ha entregado 500 millones, y una retirada también supondría un duro golpe a esas inversiones.
La propia Convención de la ONU sobre el cambio climático, que organiza las conferencias de las partes firmantes de los tratados (COP), depende presupuestariamente en parte de Washington.
Trump no se ha expresado públicamente desde su elección sobre el tema climático. Pero en Washington los medios de comunicación y activistas señalaron con inquietud que nombró en su equipo de transición, para la agencia medioambiental, a un conocido escéptico de la lucha contra el calentamiento del planeta, Myron Ebell.
Los «climatoescépticos» consideran que el calentamiento del planeta no es tan grave como señalan los científicos, que puede tratarse de una fase como las que ya experimentó el planeta en épocas pasadas, y que en todo caso los avances tecnológicos podrán resolver el desafío.
Los asistentes a la COP de Marrakech consideran imprescindible el impulso político.
«En términos de la voluntad de los países de avanzar» las elecciones estadounidenses «en realidad han supuesto un catalizador» opinó el estadounidense Alden Meyer, de la Unión de científicos preocupados.
«Un país tras otro han dicho que tienen la intención de quedarse en [el acuerdo de] París haga lo que haga Estados Unidos», añadió.
Los defensores de la lucha contra el cambio climático expresan también la esperanza de que el nuevo gobierno republicano se dé cuenta de las oportunidades de negocio del Acuerdo de París.
«No puede haber marcha atrás en los compromisos de los países desarrollados y no se pueden intentar renegociar los términos del Acuerdo alcanzado en París. Cada parte deberá asumir sus responsabilidades» advirtió un comunicado conjunto de Brasil, China, India y Sudáfrica.