Washington / AFP
La Corte Suprema de Estados Unidos vetó el lunes la entrada en vigor de una reforma en el mapa electoral en Virginia, que está bajo sospecha de haber sido diseñada para diluir la influencia del voto negro.
El máximo tribunal estadounidense, buscando evitar cualquier señalamiento de parcialidad, evitó pronunciarse sobre el fondo del tema. Con una mayoría estrecha de 5 votos contra 4, estimó que la Cámara Baja del estado, donde se originó la reforma, no tenía legitimidad para hacerla.
Este pronunciamiento deja en firme una decisión de un tribunal que ordenó volver a diseñar un mapa electoral antes de las elecciones del 5 de noviembre por estimar que la reforma hecha en 2011 por los legisladores locales había distribuido a los electores negros para disminuir su influencia.
Este asunto es muy importante en un país donde los electores negro votan mayoritariamente por los demócratas y los votantes blancos tienen más tendencia a preferir a los republicanos. En Virginia, un 20% de los electores son negros.
La decisión de la Corte Suprema quita una ventaja a los republicanos, que con este cambio se arriesgan a perder su mayoría en la cámara, donde gozan de una ventaja magra.
Por su parte los demócratas enfrentan la sombra que proyectó el gobernador Ralph Northam, acusado de posar en una foto con una actitud racista cuando era joven.
La reconfiguración del mapa electoral con intenciones de sacar ventajas políticas conocida como «gerrymandering» es una práctica muy antigua en Estados Unidos. El término es un juego de palabras entre Elbridge Gerry y salamandra, en referencia a que el político podó una circunscripción en el siglo XIX hasta dejarla con la forma del animal.
La Corte Suprema ya se había pronunciado en el pasado contra el «gerrymandering», basándose en que los criterios étnicos son contrarios a la Constitución, sin abordar todavía las reconfiguraciones en base a las preferencias electorales de los electores.
En Estados Unidos, los ciudadanos deben identificar el partido de su preferencia y muchos distritos están ajustados en función de estos datos.
Próximamente la Corte Suprema debe pronunciarse sobre este asunto, una decisión que podría tener consecuencias políticas.