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Pese a que la “prensa mercantilista”, como la llama el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, conocida también como la gran prensa, ha tratado con guantes de seda la renuncia de los diputados Juan Valiente y Johnny Wright, a aspirar a una segunda candidatura para reelegirse como diputados, esta deja de ser crisis.
Sí, y no solo para la renuncia de los dos diputados hecha pública el lunes pasado, sino de los calificativos que acompañaron tal acción.
Wright y Valiente hicieron pública la decisión de no continuar en el proceso electoral interno de ARENA, para elegir candidatos a diputados y concejos municipales, tras denunciar actos de “matonería” de parte de la dirigencia del partido de derecha, y tras calificar el proceso electoral como una “farsa”, un engaño.
El partido ARENA ha querido vender su proceso electoral interno como un proceso democrático, transparente e innovador.
Todo esto se ha puesto en duda tras la renuncia de los diputados en mención, quienes no se han ahorrado los calificativos más fuertes para demostrar la falsedad de la propaganda democrática de ARENA.
Wright y Valiente habían presentado a la autoridad electoral interna de ARENA, sobre las candidaturas a suplentes, pero, el Consejo Nacional de ARENA (COENA), se las rechazó. En un primer momento la dirigencia de ARENA justificó que el rechazo de las candidaturas suplentes de Wright y Valiente se debía a que “no cumplían con los estatutos ni el reglamento”.
No obstante, con el pasar de los días, en boca de la dirigencia de ARENA, se ha conocido que los militantes de dicho partido solo pueden escoger a los candidatos a titulares propietarios, y que los suplentes queda a “discrecionalidad” del COENA.
Está claro que las dos mujeres que Wright y Valiente habían escogido como suplentes, no son de la confianza del COENA, y por ello las eliminaron de la lista de aspirantes. El porqué aún no queda claro, pero con el tiempo se sabrá. Se puede especular que podría estar relacionada a la disputa que hay entre las adelantadas precandidaturas a aspirantes presidenciales en dicho partido, que ha dividido a los oligarcas dueños del partido ARENA.
Wright ha criticado, además, que el partido ARENA lo dirige un grupo muy conservador, que no quiere renovar en su esencia el instituto político del cual aún es diputado.
El caso Wright y Valiente es sin lugar a dudas una verdadera manifestación de disputa intestina en ARENA, que presagia más profundización, independientemente que la prensa mercantilista trate con paños tibios dicha crisis.
