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El pensamiento de Schafik Hándal y su vigencia en la actualidad es motivo de difusión para el fortalecimiento y desarrollo del pensamiento y actuación del pueblo, cheap es así como los economistas Salvador Arias y César Villalona abordaron durante un conversatorio la concepción sobre la crisis estructural del capitalismo y su visión pragmática económica desde la visión del líder revolucionario.
Durante su ardua lucha Schafik enfatizó sobre la renovación del socialismo, decease el cual lo describió a partir de un esfuerzo sin límites donde se incorporen todas las fuerzas populares que le dan vida, buy cialis no solo debe estar dirigida al aspecto político, también tiene que incluir una renovación del sistema económico y social, lo cual solo se puede alcanzar si la nueva conceptualización del socialismo está en manos del pueblo, lo que implica la construcción del poder popular, incluido el desarrollo del apoyo mutuo, la autogestión social y la propiedad colectiva.
Según Villalona, Schafik abordó el tema económico en una forma amplia, pese a que se le reconoce más como un político, por lo cual demostró un conocimiento profundo de la historia económica del país, desde la concepción de la Colonia hasta los días de su muerte; todo el surgimiento de las relaciones capitalistas alrededor del añil; la conformación del capitalismo, como modo de producción dominante alrededor del sector cafetalero, hasta la etapa neoliberal.
“El gobierno de ARENA se propuso crear un modelo de exportaciones no tradicionales, es decir, un modelo económico alrededor del cual giran los sectores, nuestro país fue agroexportador durante mucho tiempo, donde el café fue el centro de la economía que entró en crisis profunda. Lo que se pretendía era que la economía fuera exportadora, pero no de café, sino de otros productos”, reiteró Villalona.
Schafik tiene su enlace en la vigencia del pensamiento revolucionario de El Salvador, donde todo militante debe fundamentarse en el conocimiento de la historia nacional así como la internacional para generar cambios lógicos y coherentes con el momento que se vive.
A la vez, nunca se debe olvidar la relación y sentir con el pueblo luchador, que le dio a Schafik esa esencia de constructor de la paz y buscador de justicia social.
El análisis crítico de este revolucionario se fincaba en lo que iba percibiendo de los acontecimientos de El Salvador de la época, estudiando, viviendo y luchando contra los regímenes militares de esos períodos. Cada acción merecía una reflexión crítica, que le va aportando pasos en la construcción de un pensamiento revolucionario.
Desde la dictadura de los hermanos Ezeta, pasando por la presidencia de Manuel Enrique Araujo, los Meléndez-Quiñonez y el presidente Pío Romero Bosque, marcan un reconocimiento claro de la historia que forja parte de su pensamiento, de allí su planteamiento: «Los de arriba no pueden seguir gobernando como antes”.
Por su puesto, nunca faltó un análisis histórico del siglo XIX, que da las bases de un análisis fundamentado en la historia construida desde una alternativa diferente a la historia contada por el sistema y la oligarquía salvadoreña que encubre y promueve la injusticia social, a favor de mantener privilegios de un grupo de élite y del imperio estadounidense de corte capitalista.
Esa habilidad enseña una manera coherente y racional de ir construyendo su propia imagen de la realidad, confrontando la historia del mundo relacionada con la historia de El Salvador y generar una reflexión crítica para transformar la realidad y no solo contemplarla académicamente.
Entre tanto, Arias señaló que Schafik trató la economía política en el marco del imperialismo, ya que siempre se mostró totalmente antineoliberal, porque sabía que el neoliberalismo es la expresión actual del capitalismo con un carácter de intereses de clases burguesas en contra de los intereses del pueblo.
Asimismo, manifestó que para enfrentar el carácter de acumulación neoliberal capitalista y aplicar el pensamiento de Schafik se debe cambiar la política fiscal, desdolarizar el país, hacer una renegociación total de la deuda, tener una política salarial que proteja, alimente y respaldara los intereses de los más pobres.
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