Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“La cultura de la violación es el entorno en donde la violencia sexual, infringida a las mujeres se naturaliza y se le encuentra justificación, tanto en los medios de comunicación como la cultura popular”, expuso Adilia de las Mercedes, directora de la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG), en España.
La Directora de AMG citó un estudio del Women Center, de Marshall University, sobre la habitual práctica de “disculpar” la violencia sexual contra las mujeres, durante un Conversatorio con Periodistas y Comunicadoras Sociales, en la apertura del Seminario Internacional “MUJERES Cuerpo y Territorio: Desafío para la Seguridad Ciudadana y Erradicación de las Violencias”, que se desarrolla del 3 al 5 de noviembre.
En el conversatorio las expertas en derecho, mujeres y seguridad ciudadana: Leonor Arteaga de la Fundación para el Debito Proceso (DPLF) y de las Mercedes, abordaron esta temática de la “Cultura de la Violación” o “Cultura del Miedo”, que ambas describen como compleja por sus aristas y alcances en diversos ámbitos y que está presente en todas las sociedades del planeta.
De las Mercedes, explicó que la “cultura popular” vincula al gremio periodístico por su trabajo al generar opinión y el traslado de información a sus públicos, por tanto, la responsabilidad de las y los periodistas, es estratégica para generar cambios sociales.
“El Women Center, Marshall University”, dice que esta cultura se perpetua a través del uso del lenguaje misógino, la despersonalización del cuerpo de las mujeres y el embellecimiento de la violencia sexual. Dando lugar a una sociedad despreocupada por los derechos y seguridad de las mujeres.
“Cuando hablamos de seguridad para las mujeres debemos afirmar, que no ha habido tiempos de paz, para las mujeres. Y evidente que las mujeres vivimos violencia sexual en tiempos de guerra y en tiempos de paz”, afirmó.
En cuanto a la “Cultura de la Violación”, mencionó tres aspectos que le dan origen, que inicia desde su “articulación histórica”, como las raíces del patriarcado, y que puede validarse al origen de los tiempos.
Mientras, en una segunda instancia, se encuentra una especie de “contrato social”, que se da entre hombres y que cuenta con la complicidad de algunas mujeres que también forman parte de la figura de ese patriarcado que ha tenido una fuerte influencia, y es, un pacto que tiene una fuerte influencia religiosa, señaló.
“Si citamos esta figura -contrato social- en países centroamericanos, no puede prescindir del análisis del colonialismo; son continentes enteros que han sido colonizados bajo el prisma de la opresión étnica, de la opresión de origen racial que ha cosificado los cuerpos de las mujeres”, agregó.
“No podríamos hablar de la violencia sexual -aquí en este momento- y en el Triángulo Norte de Centroamérica, sino traemos por ejemplo, a los enormes siglos de colonización que han convertido sencillamente los cuerpos de las mujeres en objetos de propiedad masculina y cosas”, reiteró de Las Mercedes.
En sus valoraciones la directora de la AMG, dijo que la violencia contra la mujer, es una problemática de orden mundial y que adopta distintas modalidades de agresiones contra los cuerpos y vidas de las mujeres, y espacios en común de la sociedad.
“Cada día nos encontramos con formas de violencia generalizadas que además, se ensañan en el espacio público que es el internet; entonces las formas de ciber violencia en ocasiones tienen grados más elevados, que los que tienen en el día a día de las mujeres y soportan el anonimato de muchos hombres violentadores de mujeres y acoso de todo tipo, que es ese espacio de las redes sociales”, sostuvo.
El Seminario Internacional de Mujeres Cuerpo y Territorio, desarrollo diversas ponencias simultáneas de diversos temas como: Desafíos de la Memoria Histórica en los Procesos de Democratización y Pacificación de la Sociedad, Experiencia de Mujeres en conflictos: Sobrevivientes, Desmovilizadas, Presas Políticas, entro otros temas.
Arteaga fue enfática en señalar a El Salvador, como un país con las “cifras más alarmantes” en términos de feminicidios, violencia por razones de género y la desaparición de mujeres, resumiéndolo como una nación en donde es “peligroso ser mujer”, al introducirse en el tema de la Cultura de la Violación.
“El Salvador, desde hace muchos años y con más intensidad en estos dos últimos años, la seguridad ciudadana basados en un enfoque de militarización, cargados de mensajes patriarcales, añadió Arteaga.
“En este escenario, creo que es importante, no solo reconocer esta dura realidad, sino también ¿Qué podemos hacer?, porque la seguridad desde un enfoque de respeto a derechos humanos pasa necesariamente por la inclusión para erradicar la violencia de género desde las políticas públicas, planes, programas y prácticas de seguridad”, manifestó.
Asimismo, mencionó ideas sobre seguridad ciudadana con enfoque de género, que puede impactar de manera positiva y obtener aprendizajes distintos, como apelar a los marcos legales de los países, aunque en reiteradas ocasiones la institucionalidad no ha respondido a su mandato, pero la información constante de este comportamiento por organizaciones sociales, sociedad y periodistas, pueden contribuir a superar estos obstáculos.
“Creo también que la seguridad ciudadana, debe incluir a las mujeres y el Estado debe asumir este compromiso como ejercicio de los derechos -es decir- no queremos un Estado que vea a las mujeres como personas no tenemos capacidad. Las mujeres somos víctimas en el sentido que tenemos derechos pero, el Estado no funciona, la idea es que podemos ejercer ciudadanía en los mismos espacios que los hombres”.
“Debemos tener participación plena en los espacios de toma de decisión, que incluye, las mujeres en cargos decisivos en seguridad ciudadana; porque tradicionalmente se ha asumido que son para los hombres. Y es muy importante visibilizar las experiencias locales y comunitarias que incluye recuperación de espacios públicos y convivencia ciudadana y que estén libres de violencia”. Sostuvo Arteaga.
“Esperamos debatir dos temas claves de Mujeres Cuerpo y Territorio, abordando la Cultura de la Violación, como un esquema que permite y determina la victimización de las mujeres y si el tema está en las políticas de seguridad”, dijo Silvia Juárez, de la Red de Feministas frente a la Violencia contra las Mujeres y convocante del Seminario Internacional.
“Podemos decir con cifras y estadísticas que las 5 mil denuncias anuales, que son cifras que se mantienen inalteradas en la vida de las mujeres y las niñas, con un mapa de embarazos de niñas y adolescentes bastante alto y de mayor riesgo en la región, ¿Podemos hablar de un país seguro?, son temas que vamos a ver, seguridad ciudadana para las mujeres y la cultura de la violación”, apuntó.