Madrid / AFP
Patrick Galey
La presente década (2010-2019) está llamada a ser la más cálida jamás registrada, advirtió el martes la ONU en su informe anual, en el que constata cómo las consecuencias del cambio climático siguen acelerándose.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que las temperaturas globales superaron en los primeros diez meses del año 1,1 ºC el promedio de la era preindustrial (1850-1900).
En su informe presentado con motivo de la Conferencia sobre el Clima de la ONU (COP25), previó además que 2019 será el «segundo o tercer año más cálido» desde 1850, cuando empezaron a realizarse registros sistemáticos.
«2016, que debutó con un episodio de El Niño de intensidad excepcionalmente fuerte, sigue siendo el año más caluroso», según el estudio.
Cada una de las últimas cuatro décadas ha sido más calurosa que la anterior.
Además, las emisiones provocadas por el hombre debido por ejemplo a los combustibles fósiles, la construcción de infraestructuras, el aumento de los cultivos y el transporte sumarán probablemente un nuevo récord de concentración de dióxido de carbono, lo que aumentará el calentamiento, según la OMM.
Los océanos, que absorben parte de los gases de efecto invernadero, siguen registrando temperaturas récords y una mayor acidificación, lo que amenaza los ecosistemas marinos de los que dependen miles de millones de personas para alimentarse o trabajar.
En octubre, el nivel del mar también alcanzó un récord, alimentado sobre todo por los 329.000 millones de toneladas de hielo fundido de Groenlandia en un año.
– Hasta 22 millones de desplazados –
Millones de personas ya están además sufriendo las consecuencias del cambio climático, lo que evidencia que este no es solo una amenaza para las generaciones futuras.
En el primer semestre de 2019, hubo más de 10 millones de desplazados en el interior de sus países, según el Observatorio de Situaciones de Desplazamiento Interno.
De este total, siete millones lo hicieron por causas relacionadas con fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, inundaciones y sequías, una cifra que podría totalizar 22 millones para el conjunto del año.
«Una vez más, en 2019, los riesgos ligados al tiempo y al clima golpearon duro», dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
«Las olas de calor y las inundaciones que antes sucedían una vez por siglo se están convirtiendo en eventos regulares», advirtió.
En 2019 se registraron sequías en América Central y Australia, olas de calor en Europa y Japón, así como súpertormentas en el sureste de África y devastadores incendios en Brasil y California.
Taalas subrayó además que «la pluviometría más irregular», sumada al crecimiento demográfico, supondrá «desafíos considerables en materia de seguridad alimentaria para los países más vulnerables».
En 2018, la tendencia decreciente del hambre en el mundo se revirtió, con más de 820 millones de personas afectadas.
Al ritmo actual, la temperatura podría aumentar hasta 4 ºC o 5 ºC a finales de siglo.
E incluso si los Estados respetan sus compromisos actuales de reducción de emisiones, el alza podría superar 3 ºC, mientras que el Acuerdo de París prevé limitar el calentamiento por debajo de 2 ºC e idealmente a 1,5 ºC.
En la COP25 de Madrid, abierta el lunes con el objetivo de dar un impulso a la lucha contra el calentamiento, los Estados «no tienen excusa para bloquear los avances ni rezagarse cuando la ciencia muestra que es urgente actuar», reaccionó Kat Kramer, de la ONG Christian Aid.