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La Democracia es el ADN del Socialismo

José Guillermo Mártir Hidalgo

El artículo de José López titulado “El fracaso del «socialismo real»”1, sales clinic resume las ideas principales del libro “¿Reforma o revolución? Democracia”2, prescription del cual también es autor. Sostiene que no podemos imitar los métodos del enemigo, ya que cuando asumimos sus métodos corremos el riesgo de convertirnos, tarde o temprano, en él. El “socialismo” intentado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), basado en el concepto de la Dictadura del Proletariado, facilitó la demonización de las ideas del socialismo y del comunismo.

La propiedad estatal de los medios de producción y la planificación económica, posibilitó un espectacular crecimiento económico y grandes mejoras sociales durante cierto tiempo. Pero la falta de control democrático de la gestión política y económica pasó factura y el “socialismo real” fracasó. La China “comunista” está sobreviviendo a costa de renunciar al socialismo.

El socialismo sólo puede sobrevivir con una auténtica Democracia basada en los principios de elegibilidad, revocabilidad, transparencia, mandato imperativo, libertad de opinión y libertad de asociación. Nadie, ningún partido, ninguna persona y ninguna camarilla, debe monopolizar el gobierno. Con suficiente Democracia, las traiciones disminuyen considerablemente. La verdadera traición consistió en construir el socialismo desde arriba y no desarrollar la Democracia.

En la “Democracia” de baja intensidad del capitalismo, las masas, salvo momentos muy puntuales como estallidos sociales, son bastante pasivas. Pero, en la transición al socialismo, se debe fomentar la participación activa y continua de la gente. En el capitalismo, quien manda es el mercado. En cambio en el socialismo son las personas, el conjunto de la ciudadanía. La Democracia Real será una combinación de Democracia Representativa, mucho más participativa, a escalas grandes y Democracia directa, en ámbitos locales.

DEMOCRACIA: FIN Y MEDIO PARA UNA NUEVA SOCIEDAD

José López en su obra, “¿Reforma o revolución? Democracia” propone que el marxismo puede resurgir con fuerza en torno al concepto de democracia. Sin suficiente democracia, será imposible superar el capitalismo y alcanzar una sociedad justa y libre.

El Estado Proletario, la vía tomada en Rusia, acabó actuando en contra del pueblo. La Dictadura del Proletariado se transformó en dictadura contra el proletariado. Por otro lado, el Estado de Bienestar, la práctica social demócrata, erigió una democracia formal, pero, no real. Era la democracia de los cinco minutos, tiempo que se tarda un ciudadano en depositar una papeleta en una urna cada cierto número de años. Era una democracia donde la participación popular era la excepción y no la regla. López asevera que tanto la vía revolucionaria, como la reformista, fracasaron por el mismo motivo, su incapacidad para desarrollar la democracia.

López nos dice que el concepto de Dictadura del Proletariado, es la sal del marxismo que estropeó la sopa. La Rusia Soviética empezó por desarrollar la democracia obrera, los soviets eran la máxima expresión del poder popular. Pero gradualmente, bajo la batuta de Stalin, el Partido Bolchevique fue tomando excesivo protagonismo y fue liquidando la propia democracia soviética. Lenin entendía la Dictadura del Proletariado, a una vanguardia encima del proletariado construyendo el nuevo sistema desde arriba. El Centralismo llegó a extremos harto peligrosos: la organización del partido sustituyó al partido, el comité central sustituyo a la organización y un “dictador” sustituyo al comité central. En el leninismo estaba la semilla del estalinismo. De la Dictadura del Proletariado se pasó a la dictadura de la burocracia y finalmente a la dictadura personal.

En la Democracia Liberal, el pueblo no detenta el poder y se transforma, de facto, en oligocracia. El objetivo de la Dictadura del Proletariado era, combatir la dictadura burguesa.

La diferencia entre burguesía y proletariado es, que la burguesía es minoría y necesita imponerse por la fuerza y con trampas. En cambio, el proletariado es mayoritario y no necesita imponerse ni con la fuerza ni con trampas. La Dictadura del Proletariado debe redefinirse como Democracia y retomar algunos postulados de la Democracia Liberal e implementarlos y añadir nuevas características.

Lenin creía que la revolución debía ser dirigida por una élite “iluminada”. Lenin concibe la Dictadura del Proletariado, de la misma manera que la dictadura burguesa. Lenin justifica el uso de la razón de la fuerza. El error fue, no reconocer que el proletariado es mayoritario. De lo que se trataba era, de quitarle a la minoría dominante los privilegios que permiten ser dominante, pero, no quitarle los derechos de participar en la democracia.

Lenin no creía en la democracia representativa y al intentar el socialismo, se nutrió del arcaico concepto de la Dictadura del Proletariado, en vez de apostar por desarrollar la verdadera democracia. La visión leninista de la Dictadura del Proletariado, posibilitó la degeneración de la revolución rusa y sentó las bases del estalinismo. Y el estalinismo, al usar métodos de la derecha, se convirtió en extrema derecha.

La vanguardia que se sitúa encima de las masas, en nombre de las masas, acabó por ir contra las propias masas. El socialismo degeneró rápidamente en un Capitalismo de Estado. El estalinismo se caracterizaba por dictadura de partido único, represión política, culto a la personalidad, dogmatismo ideológico, “socialismo” construido desde arriba, no protagonismo de las masas y Dictadura del Proletariado.

Para algunos analistas, como Anthony Sutton, los bolcheviques eran contrarrevolucionarios desde el principio. Pero en realidad, los bolcheviques, con Lenin a la cabeza, lucharon con todas sus fuerzas por la revolución socialistas y las masas apoyaron mayoritariamente a los revolucionarios.

Toda vanguardia es inherentemente muy peligrosa para toda revolución, al margen de las verdaderas intenciones de dicha vanguardia. El capitalismo necesita evitar la democracia, en cambio el socialismo, la necesita desarrollar. La dictadura burguesa, debe ser sustituida por la democracia y no por la Dictadura del Proletariado.

China se encamina hacia el capitalismo puro y duro. En China tenemos el partido “comunista” único, una dictadura sin ningún disfraz. La burocracia aún controla la situación, la oligarquía privada es embrionaria, pero en el futuro, la propia burocracia se convertirá en la nueva oligarquía. La Dictadura del Proletariado está derivando en la dictadura del mercado.

En Rusia, las masas fueron perdiendo protagonismo con el tiempo, mientras que en Cuba, las masas van ganando poco a poco más protagonismo. El modelo de Democracia es en el ámbito local, pero el poder en las altas esferas, permanece en las mismas manos. López plantea, que no hay revolución sin la combinación adecuada entre masas y vanguardia. Las rebeliones no se transforman en revoluciones, si no hay una vanguardia que las canalice. La vanguardia debe marcar la dirección. Pero, toda vanguardia debe aspirar a limitar su poder y someterse a las bases, al pueblo, a las masas. La vanguardia es el catalizador de la revolución y una de sus principales enemigas.

Los liderazgos son necesarios para que surjan o prosperen las revoluciones, pero, pueden poner en peligro las propias revoluciones si se llevan demasiado lejos. Cualquier vanguardia revolucionaria debe obsesionarse por desarrollar suficientemente la democracia. Cuando la revolución es controlada por cierta élite, tarde o temprano degenera. Toda revolución debe ser protagonizada por el pueblo y todo liderazgo debe auto limitarse. Toda vanguardia debe aspirar a serlo lo menos posible.

Los errores de la praxis revolucionaria, fueron causados por errores en la teoría revolucionaria. El concepto de Dictadura del Proletariado, era un concepto problemático. En Rusia Soviética, se adoptó inicialmente la democracia obrera, esta dio lugar a un Centralismo Democrático que degeneró en el Centralismo Burocrático.

El estalinismo se nutrió del leninismo, pero este, se nutrió del marxismo. La verdadera solución es sustituir la dictadura burguesa y la dictadura de cualquier clase, por la verdadera Democracia.

Las economías basadas en los postulados marxistas, en algunos de sus postulados y durante ciertos periodos, funcionaron. Rusia pasó en pocos años de ser uno de los países más atrasados de Europa a ser una superpotencia mundial. Pero la corrupción y la ineficiente gestión burocrática paralizaron toda la economía. La sociedad “comunista” en conjunto acabó colapsando. A ello contribuyó el enorme coste de la carrera armamentista. El problema fundamental de los regímenes estalinistas es, el exceso de centralismo en la gestión.

El socialismo no tiene como centro de gravedad la rentabilidad. El socialismo busca satisfacer las necesidades sociales, repartir la riqueza generada de la manera más equitativa posible. Por tanto, se puede combinar el estatismo y el colectivismo, la planificación central y la auto gestión. Socialismo y estatismo a gran escala y capitalismo y colectivismo a pequeña escala.

El socialismo en el Siglo XXI no puede prescindir del marxismo, pero, es inevitable retocar la teoría revolucionaria. La Dictadura del Proletariado debe ser sustituida por la Democracia. Así el marxismo puede resurgir como el ave fénix. Deben aplicarse los principios de elegibilidad, revocabilidad y mandato imperativo. Se debe combinar la democracia representativa en ámbito más global y la democracia directa en el más local. El poder popular debe fluir de abajo hacia arriba y desde arriba hacia abajo. Hay que desarrollar la democracia representativa y hacerla más participativa: separación de poderes, potenciar referendos, hacer que los referendos sean vinculantes, propiciar el referendo revocatorio y ejecutar los programas por lo que se han votado.

Además, urge la Coordinación Internacional de la izquierda anti capitalista. La Quinta internacional se nos presenta como ineludible. Ésta debe abanderar la causa de la Democracia Mundial. Sin Democracia no es posible la transformación social.

CONSOLIDAR Y PROFUNDIZAR LA DEMOCRACIA

Los acontecimientos acaecidos, posterior a los resultados preliminares de las Elecciones Presidenciales, protagonizados por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), permiten rastrearle a dicho partido político, dos actitudes nefastas para la Democracia Salvadoreña. La primera de ella, una actitud paranoica de descalificación al ente rector de las elecciones y proyectar en su adversario político la sospecha de fraude. Lo que hay detrás de ésta actitud es evadir responsabilidades y eludir la auto crítica y descargar toda la responsabilidad de su fracaso sobre sus “enemigos” políticos. Ésta arrogancia y auto engaño, es un instinto de supervivencia del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA) para mantenerse en los cargos. Por eso encubre la realidad de su fracaso y cae en la trampa cognitiva de atribuirles a sus “enemigos” su revés electoral. Pero, la segunda actitud es la más peligrosa. ARENA externó una actitud fascista llamando a la guerra, llamando a sus seguidores a manifestarse y a defender “su triunfo” a costa de sus vidas e involucrando al ejército a zanjar el bache electoral en su contra. Y es que el fascismo anda muy cerca cuando los intereses del gran capital pasan a ser los que mueven a la política. Estas actitudes pueden crear una atmósfera política de resentimiento y revancha social, que como bola de nieve, ir creciendo e incubando condiciones para una nueva conflagración fratricida. Como puede apreciarse, el capitalismo puede sobrevivir con un gobierno de oligarcas o con la dictadura sin disfraz. En cambio el socialismo sólo puede sobrevivir con la auténtica democracia. Hay que consolidar y profundizar la Democracia, mediante la participación amplia y activa del pueblo, solo así, va a ser muy difícil la involución a una nueva guerra entre hermanos.

López, José. El fracaso del “socialismo real”. En: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=179526

2 López, José. ¿Reforma o revolución? Democracia. En: www.rebelion.org/docs/148046.pdf

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