Ciudad de Panamá/AFP
La democracia está en peligro en América Latina por el aumento de la desigualdad y la concentración de la riqueza, advirtió el expresidente de Uruguay, José Mujica, tras
ser investido Doctor Honoris Causa por la universidad pública de Panamá.
«En tiempos donde la economía tiene tal importancia y donde el PIB (Producto Interno Bruto) parece ser el pináculo de nuestras preocupaciones, en un continente con la desigualdad que tenemos, la democracia siempre está en peligro», dijo Mujica durante su discurso de investidura.
Mujica dijo que en América Latina hay 32 personas que tienen la riqueza equivalente a 300 millones de personas, por lo que esa concentración de la riqueza puede hacer que las democracias se conviertan en «plutocracias» (gobierno de los ricos).
«Pero eso no es lo más grave, lo más grave es que su patrimonio crece anualmente a una tasa por encima del 20% mientras que nuestras economías raquíticamente andan al 2 o al 3%», afirmó.
«No parece que semejante distribución de la riqueza asegure la estabilidad democrática, sino más bien lo contrario: la absurda concentración excesiva de la riqueza pone en tela de juicio la existencia de nuestras democracias limitadas y con defectos», añadió.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considera a la región latinoamericana como la más desigual del mundo en ingresos y en el ejercicio de derechos y capacidades, pese a los avances logrados en lo que va de siglo.
La Directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Laís Abramo, advirtió hace meses que en la región era «fundamental», no solo avanzar en la superación de la pobreza, «sino también en la extrema concentración de la riqueza».
Mujica, que fue presidente de Uruguay entre 2010 a 2015, fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Panamá en reconocimiento a su trayectoria política y por haber contribuido «a enaltecer el valor de la humildad», según la resolución.
El exgobernante, de 82 años, también advirtió, ante un abarrotado paraninfo universitario, de la capacidad autodestructiva del ser humano por la codicia.
«Es mucho lo que está en juego (y) hay cada loco gobernando países poderosos que es como para ir a misa», lamentó Mujica.
Sin embargo, «vale la pena llegar al final de la vida comprometidos con una cosa que está en el horizonte y que nos guía, que es el amor a la vida», indicó.