El fin de semana pasada voceros del Gobierno y del partido oficial, viagra el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN ), denunciaron planes desestabilizadores con miras a provocar manifestaciones contra el Presidente Salvador Sánchez Cerén.
Eugenio Chicas, Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, explicó que haciendo uso de las redes sociales, grupos “oscuros”, que se identificaban como “mano negra”, estaban llamando a realizar acciones para desestabilizar al Gobierno, con clara incitación a un golpe de estado.
El Obispo Auxiliar Monseñor Gregorio Rosa Chávez dijo el domingo en la homilía, que no creía que se diera un golpe de Estado, pero si aceptó que hay señales claras para “desestabilizar al Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén”.
Obviamente, en El Salvador, después de una guerra civil y tras la firma de la Paz, en 1992, ya no se pueden concebir los golpes de estado al “estilo clásico”, es decir, utilizar a las Fuerzas Armadas para deponer a un Gobierno elegido democráticamente.
Pero, si lo pueden hacer los grupos oligarcas, promoviendo manifestaciones violentas como lo hacen en Venezuela, por ejemplo: contratando mercenarios para realizar ataques y acciones de sabotaje, o hundiendo al país en la más cruel miseria, por medio del desabastecimiento, como también ha ocurrido en Venezuela.
Es decir, los grupos oligárcos, en tanto controlan hasta los productos más básicos para la alimentación, pueden manipular el mercado al servicio de intereses oscuros y mezquinos.
Medardo González, secretario general del FMLN, dijo que a través del Facebook, se había hecho un llamado a la concentración en contra del Presidente, por eso, el partido que dirige, llamó a sus bases en el departamento de San Salvador, para una concentración masiva, y así darle el respaldo al Gobierno de Sánchez Cerén.
Nos parece, que el FMLN y el Gobierno han hecho bien en denunciar esos planes oscuros de la derecha, no solo para que el pueblo esté informado, sino para movilizarlo ante cualquier acción nefasta de la derecha, que ponga en peligro la todavía naciente democracia salvadoreña.
Las pretensiones de la derecha, por cierto, de pedir que se cree una especie de CICIG o CICIES, para El Salvador, no es otra cosa más que medidas para convencer al pueblo salvadoreño y crea que en El Salvador las instituciones no funcionan, por lo que, o hay que traer un organismo foráneo a salvarnos o exigir la renuncia del Gobierno.
El pueblo salvadoreño debe estar seguro que no nos parecemos ni una pizca a Guatemala y Honduras, con sus problemas de institucionalidad.
Si les preocupa la corrupción, por qué guardan silencio ante los 160 casos de corrupción descubiertos por el Gobierno de Mauricio Funes, que están documentados en la Fiscalía General de la República, pero no los abordan. Por qué dejaron libres a los responsables del amaño CEL-Enel, y por qué no quieren que el ex presidente arenero Francisco Flores vaya a juicio.
Y es que para juzgar los casos arriba mencionados, el país no necesita ni de una CICIES ni mucho menos un golpe de nuevo tipo.
Pueblo, el FMLN y el Gobierno han sonado la voz de alerta, por lo que hay que estar atentos, esa es la consigna.