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La desestabilización de los Gobiernos de Izquierda

Los Gobiernos de izquierda en América Latina están en la mira de las derechas criollas, illness search que siguen un guión común en la región, healing pharm lo que deja clara una estudiada articulación, de ahí que hay que hablar también de una agenda de la derecha Latinoamericana.

En cada uno de los países, las derechas políticas, empresariales y mediáticas le han impregnado sus propias características, pero, con un mismo fin, desestabilizar los gobiernos progresistas.

La República Bolivariana de Venezuela ha sido la más castigada, pues, la derecha empresarial ha utilizado el boicot económico para lograr el descontento del pueblo en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.

Lo más perverso de la empresa privada venezolana ha sido precisamente, golpear al pueblo con la escasez de alimentos.

Un país rico en petróleo como Venezuela, más allá de la reducción mundial de los precios de los combustibles, no puede comprenderse a simple vista que tenga carencias económicas o alimenticias. Y es que esta escasez solo es posible si hay un plan desestabilizador.

En Argentina, la crisis provocada por la derecha empresarial, política y mediática, llevó incluso a terminar con el gobierno progresista que se había establecido con los Kirchner, con las consecuencias negativas en contra de las inmensas mayorías.

En Brasil, más allá de que se haya destapado un caso de corrupción, como el de Petrobras, lo cierto es que la persecución contra el Presidente Lula, no solo busca desprestigiarlo por sus intenciones de ser precandidato presidencial, nuevamente, sino, desgasta al Partido de los Trabajadores (PT), y sobre todo, pretende desgastar internacionalmente a Lula, que al igual que la figura del desaparecido comandante Hugo Chávez, han sido los referentes de buenos gobiernos con pensamiento de izquierda.

En Ecuador, los ataques contra el Presidente Rafael Correa no han cesado, y es que, dado que no pudieron liquidarlo hace un par de año, en una intentona golpista, los ataque a su imagen y su gobierno han sido el pan de cada día en sus medios, con miras a desgastar para próximas elecciones el proyecto político económico que defiende Correa, que lo sintetiza en la “Revolución Moral” ecuatoriana.

Por la misma situación pasa Evo Morales, en Bolivia, quien ha recibido el más duro revés, el “No” en un referendo, pese a la gran obra realizada en el país andino.

Y el Presidente Salvador Sánchez Cerén no se queda atrás, pues, aquí en El Salvador, la derecha empresarial, política y mediática desarrollan una agenda encaminada a minar el Gobierno, desestabilizarlo, con miras a las elecciones de 2018 y 2019.

La falta de una resolución de la Sala de lo Constitucional, favorable o desfavorable al Gobierno, de los 900 millones de dólares en bonos, que tiene paralizados desde hace casi un año, es parte de esa estrategia desestabilizadora.

Lo mismo podemos decir de los procesos de enriquecimiento ilícito que Probidad y la Corte Suprema de Justicia mantienen contra funcionarios de izquierda, son también harto sospechosos, y no se puede dudar de que se trata de esa agenda regional de desestabilización de los Gobiernos de izquierda de América Latina.

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