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La difamación como argumento

Salvador Ventura

Lo hemos dicho en innumerables ocasiones al comentar los editoriales publicados en El Diario de Hoy: los escritos quedan y las palabras vuelan, sales se puede injuriar y difamar a una persona o institución, troche pero nunca se podrá derrotar la verdad y la realidad de los hechos, sobre todo cuando son construidos por la voluntad de la población.

En el editorial del jueves 8 de enero, titulado El Socialismo del Siglo XXI es capitalismo de ladrones, el director de este matutino arremete contra los pueblos de Venezuela y Chile atacando y calumniando a sus presidentes y a un estadista como Salvador Allende, electos en el tiempo justo de forma democrática por la voluntad de sus pueblos.

En el mismo tono acusa al ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de “haberse llenado los bolsillos de dineros públicos” (SIC). No aporta prueba alguna más como es costumbre en sus editoriales despotrica contra personajes con una posición política e ideológica independiente y definidos a favor de la democracia popular.

Los ex presidentes de Chile, Salvador Allende y de Venezuela Hugo Rafael Chávez, ya no pueden defenderse, han pasado a la historia como estadistas, quienes recobraron para sus países la soberanía y la dignidad, además de concretar profundas transformaciones políticas, sociales y económicas.

Los dos países tenían enajenadas sus empresas estratégicas y sus recursos naturales y materias primas tenían como dueños a consorcios trasnacionales, en muchos casos asociados con empresarios locales, sus leyes y las añejas estructuras productivas estaban al servicio de grupos económicos minoritarios como ocurre en El Salvador.

La verdad no puede ocultarse, por más maniobras, calumnias y ataques inconfesables emanados de mentes calenturientas ancladas en la prehistoria: el presidente Allende nacionalizó y recobró para su país la industria, las minas y la explotación del cobre, llamado con toda justicia “el salario de los chilenos”.

De igual forma procedió el presidente Chávez, al nacionalizar el petróleo por muchos años en manos de empresas transnacionales, en contubernio con la voraz oligarquía que jamás perdonó al mandatario y ejemplar militar haberles quitado, con las leyes en la mano, el monopolio de la mayor riqueza del pueblo venezolano.

El editorialista de este medio de publicidad y propaganda no conoce de códigos de honor ni de ética profesional, jamás ha publicado aclaraciones o respuestas de las personas agraviadas o calumniadas por sus escritos, la misma ética profesional reconoce como deber el corregir espontáneamente todo error, pero este caballero jamás ha aceptado sus equivocaciones.

Y la ética no sólo habla de corregir sólo la información, sino también el comentario por más derecho a la libertad de expresión e independencia de criterio apelada por el periodista. El director de El Diario de Hoy distorsiona, manipula y saca de contexto las noticias para fines inconfesables y sobre todo confundir a los lectores.

El caballero califica de manera institucional a la doctrina del Socialismo del Siglo XXI como “capitalismo de ladrones”, sin reparar en la viga en sus ojos, pues a lo largo de la historia la corrupción, las licitaciones amañadas, el narcotráfico, la evasión y elusión de impuestos, la trata de blancas y el contrabando han sido patrimonio exclusivo del sistema capitalista.

En nuestro país, por ejemplo, los mayores casos de corrupción cometidos han sido por miembros de la oligarquía, citemos dos casos: Roberto Mathies Hill, acusado de defraudación pública al apoderarse de $80.5 millones. Muchos salvadoreños perdieron sus ahorros de toda la vida. El ex presidente Alfredo Cristiani y el señor Archie Baldochi, aprovecharon el “saneamiento y privatización” de los bancos del estado para “adquirir” sus propios bancos, el mismo gobierno perdonó la deuda de $705 millones que un grupo de “grandes” empresarios debían al Estado. ¡Una forma legal de hacer negocios!

Y podíamos citar otros ejemplos como los de Guillermo sol Bang, Francisco Flores Pérez, Romeo Majano, Raúl García Prieto, Héctor Cristiani y más; pero es suficiente para que el director de El Diario de Hoy, investigue y aclare por qué los prominentes miembros de la burguesía amparados en Arena han cometido los más escandalosos hechos de corrupción.

Los mencionados no son empresarios o políticos vinculados a la doctrina del Socialismo del Siglo XXI, son personas amantes de la democracia y las libertades, emprendedores, hombres de negocios, nada más miembros prominentes del partido Arena y defensores del sistema capitalista. Las calumnias y las difamaciones no son argumentos para defender a semejantes delincuentes.

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