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Roma / PL
Restan 12 años para el 2030, meta de las Naciones Unidas para eliminar el hambre en el mundo, un reto técnicamente posible pero precisa de voluntad política de los gobiernos, destacó Fernando Ayala, asesor especial de la FAO.
Brasil, a través del programa Hambre Cero en el primer gobierno del presidente Luiz Inácio (Lula) Da Silva (2003-2008), borró de las estadísticas a millones de personas que todos los días se iban a dormir sin comer, recordó Ayala para explicar la importancia de la voluntad política para lograr ese objetivo.
El asesor especial de la Alianza Sur Sur de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó hoy una conferencia de prensa para hablar del cambio climático y la energía en América Latina y el Caribe, organizada en esta capital por el Observatorio Mediatrends.
Ayala citó el último informe de ONU donde se precisa que en esa región el número de personas con hambre aumentó en 2,4 millones entre 2015-2016, para un total de 42,5 millones, el 6,6 por ciento de total de la población; y comparó que en 2013 eran 39,1 millones de hambrientos, el 6,3 por ciento de la población, cifra que subió a 40,1 millones en 2015.
A nivel global son 815 millones las personas que sufren de hambre, precisó y comparó igualmente que cuatro años atrás eran 770 millones, algo que ocurre, apuntó, cuando la ‘humanidad produce más alimentos de cuanto puede consumir y se pierde cerca de un tercio’
Destacó el rol de la FAO como organismo técnico que alerta y hace recomendaciones ante determinadas situaciones y recordó que los días 29 y 30 de octubre se realizará en Madrid, España, la primera Cumbre Mundial Parlamentaria contra el hambre y la malnutrición, la cual cuenta con la FAO entre sus organizadores.
Señaló que ese ente especializado de ONU ‘insiste mucho en que son los organismos legislativos los que pueden influir en los gobiernos y contribuir a solucionar el problema’ y citó que esa iniciativa nació en América Latina en 2009 con la creación de los frentes parlamentarios contra ese flagelo.
En los últimos tiempos, acotó, de igual manera se realizaron en África, Asia y en Europa; frentes que, a su juicio, ‘tienen una gran virtud porque contribuyen a apoyar la buena política favor de combatir el hambre’.
Durante la conferencia de prensa Ayala hizo referencia a los efectos del cambio climático, en particular en la producción agrícola, por los fenómenos extremos de sequía e inundaciones, y precisó que la agricultura es la actividad económica más afectada por las variaciones del clima.
