Oscar López
@Oscar_DCL
En El Salvador gradualmente está creciendo el uso de tecnologías de producción de energía mediante la luz solar, esto debido a la conciencia que se tiene sobre los efectos negativos al medio ambiente de la producción de energía eléctrica mediante el uso de derivados del petróleo.
Sin embargo, en el país son pocos los esfuerzos que se realizan para el impulso de este tipo de tecnología, lo que la vuelve más costosa, y por ende menos accesible para la mayoría de la población, limitando su uso a la gran empresa o a familias de clase media o alta.
Roberto Bonilla gerente general de Suministros Eléctricos y Electrónicos S.A de C.V. (SEESA) de la cual forma parte el Centro de Distribución de Módulos Solares de El Salvador explicó, que en El Salvador el uso de la energía solar es limitado.
“Hace cuarenta años traje esta tecnología al país; desde entonces se ha tratado de impulsar, desgraciadamente hay intereses privados y gubernamentales no en rechazar, pero sí en limitar la participación solar en la producción de energía”, declaró Bonilla.
El gerente general de SEESA indicó que en el país se legisló no para impulsar la producción de energía con tecnología solar, sino para “cubrir los grandes intereses”; es decir, se aseguró la producción de energía mediante fuentes tradicionales, lo que conlleva la mayor importación de derivados de petróleo.
“No tenemos incentivos para la producción de energía con esta tecnología, tenemos obstáculos, tanto de integradores de sistema como de las compañías de alumbrado eléctrico; eso pasa porque el gobierno no legisla adecuadamente”, aseveró Bonilla.
De igual forma desmintió algunos mitos, entre ellos los que afirman que la producción de energía fotovoltaica es cara y que este tipo de energía no se puede aplicar en los distintos usos que tiene la energía eléctrica.
“Son mitos, la energía solar es la más barata que hay porque no son necesarios insumos combustibles de ninguna índole para su producción, nada más es el sol; y hasta hoy el sol es gratis, por consiguiente la energía renovable solar es la más barata en el tiempo”, enfatizó Bonilla.
Bonilla indicó, que debido a la falta de legislación o de incentivos, la importación y distribución de equipo necesario para la producción de energía es costoso; sin embargo, la inversión se recupera con el tiempo, esto debido a la reducción en la factura de energía eléctrica.
El gerente general de SEESA explicó lo anterior con un ejemplo en el que una empresa tuvo que invertir alrededor de $300,000 para la instalación de paneles solares. En un primer momento fue una suma elevada; sin embargo, desde su instalación, la factura de energía bajó significativamente de casi $5.000 a $500.
“Si le hacen un buen estudio y una buena instalación, tendrá que pagar la inversión en varios años, puede que tenga que pagar $10 a la compañía distribuidora de energía y $90 a quien le financió. Pero si el sistema está bien instalado y de buena calidad, al final le dura un mínimo de 25 años; si lo pagó en cinco años, tiene 20 años para continuar con sus beneficios”, aseguró Bonilla.
Datos del Consejo Nacional de Energía (CNE) indican que en la región central del área metropolitana de El Salvador la irradiación solar es alta, en comparación con la de otros países como Alemania o Japón.
Existen muchos sistemas instalados en El Salvador que aprovechan el recurso solar. La mayoría de estos son sistemas fotovoltaicos aislados con banco de baterías, los cuales son usados como Sistemas Solares Domésticos. Hay un número limitado de sistemas fotovoltaicos conectados a la red que son utilizados para autoconsumo, de los cuales la mayoría de ellos están instalados en edificios gubernamentales, escuelas y universidades.
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