Carolina Cárdenas Jiménez,
Escritora colombiana
La escritura se creó en el mismo momento en que el homo sapiens tuvo la necesidad de comunicar a través del arte rupestre el mundo que lo rodeaba: la muerte, los cambios de las estaciones y sus actividades diarias de sobrevivencia. Este tipo de pensamiento y simbolismo dio inició a las culturas. A partir de las lenguas e idiomas se levantaron las bases de las tradiciones, las costumbres y, por supuesto, se comunicó la cosmovisión particular de cada pueblo. Los vocablos plasmados en una hoja, hicieron que con mayor fuerza esas bases viajaran en el tiempo y se convirtieran en historia.
La escritura es una noche hecha de estrellas; el cielo el lienzo en el que el escritor dibuja sus propias constelaciones. Es una búsqueda constante de nombrar el universo; de dibujar los secretos que se esconden en la caverna de las sombras, de trazar palabras que comuniquen las ideas y los conceptos más abstractos que definen la existencia y al ser humano.
El verbo es una necesidad del hombre para comunicar lo que late en su interior a través del sueño, la experiencia, la observación de su entorno, la reflexión, la lectura y el diálogo con otros. En otros momentos, la palabra inventa al mundo, lo reconstruye, hasta que éste se transforma en lo que una vez creamos:
Yo solo sé ser verbo cuando la tarde cae:
el mundo se vuelve tan real al nombrarlo a esas horas.
Lo veo tan diáfano bajo las sombras del crepúsculo
que otro universo dibujándose brota frente a mí:
Uno en el que todos vuelan como hojas y duermen al lado de dios.
Una cultura no podría florecer, completamente, sin que antes algún símbolo, dibujo o ideograma la hubiera representado. Esta simbolización es un canal fundamental por el que el ser humano da a conocer su cosmovisión. A través de diversos idiomas como el mandarín, el griego y el hindi se creó un pensamiento interesado por el conocimiento, el cual es conocido como filosofar. Desde la filosofía el hombre y la mujer se han preguntado por: ¿Quién soy? ¿Cuál es el sentido de mi existencia? Estos interrogantes nacieron con la intención de reflexionar sobre el ser y el devenir.
Las palabras son la raíz y el origen de un pueblo. Es a partir de éstas que se da el nacimiento del universo. Cada vocablo trazado en una hoja es una llama que en el tiempo se transmuta en una aurora para alguien. Cada frase el pasaje a un viaje transatlántico y una obra la respuesta después de un largo camino.