Capres/Diario Co Latino
Entre los numerosos asistentes se encontraban don Raúl Antonio Villa y doña María Margarita de Villa, ed case ambos llegaron desde la comunidad Vista de Candelaria con los primeros rayos del sol para aprovechar los servicios médicos que el gobierno, cialis sale a través del Festival para el Buen Vivir, que es impulsado por la primera dama, Margarita Villalta de Sánchez, lleva a las comunidades.
“Tenemos problemas con la vista, miramos empañado”, explicó doña María, quien fue diagnosticada con cataratas desde hace varios años, y que por sus escasos recursos económicos no ha podido tratarse su enfermedad.
El compadrazgo y complicidad entre esta pareja septuagenaria se percibe a flor de piel. Donde va uno va el otro, lo que dice doña María lo complementa don Raúl, reflejando que los 40 años que llevan juntos les han enseñado a vivir como uno solo.
También resulta igual de perceptible que es doña María la más protectora. “No se te olvide decirle lo del ojo”, le susurró a su esposo al momento en que ambos pasaron consulta y les tocó un médico diferente, para asegurar que su pareja no olvidara exponerle al doctor su principal problema de salud. Ambos fueron remitidos al área de optometría y como dos aliados en una batalla no se despegaron en todo lo que duró el proceso. Doña María controlaba que su esposo no se quedara atrás y siguiera cada paso que comprendía la consulta médica.
Su cabello canoso, su caminar lento y su apariencia vulnerable reflejan las duras experiencias que han vivido en su historia. Resulta difícil creer que a sus más de 70 años tengan a su total cuidado dos nietas de 14 años y un bisnieto de 9, y que sobrevivan con una escasa ayuda que puede enviarles su hija desde Italia.
“Es duro, pero gracias a Dios vamos saliendo, fiamos y cuando nos mandan el pisto lo pagamos, y luego volvemos a fiar. Con el dinero también pagamos los servicios de la casa”, dijo doña María, quien es la que administra los ingresos.
Agregó que si pudiera hablar con el Presidente le pediría “un montón de cosas”, principalmente una ayuda con víveres para las más de 100 familias que viven en su comunidad.
Aunque don Raúl quisiera aportar a la casa no puede, ya que además de su avanzada edad hace más de 20 años tuvo un accidente laboral cuando trabajaba en una imprenta, la maquina le cortó los dedos de su mano izquierda dejándola sin fuerzas.
Sin embargo, a pesar de las experiencias difíciles que viven, la pareja tiene total confianza que más cambios vienen en camino. “Con el presidente (Mauricio) Funes se empezaron a ver cosas buenas, y creemos que el presidente (Salvador) Sánchez Cerén va a ser grandes cosas también, solo hay que darle tiempo”, dice don Raúl con mucha esperanza.
La confianza de ciudadanos como los del matrimonio Villa es un motor que empuja al gobierno a trabajar con más fuerza por aquellos sectores vulnerables, como lo es la tercera edad. “No estábamos en una idea absurda cuando a partir del presidente Mauricio Funes, desde el Gobierno Central, iniciamos el trabajo por los sectores excluidos por tantos años en la sociedad”, dijo el presidente Sánchez Cerén durante el mensaje que llevó a la colonia La Cima.
Además, reiteró que el programa Gobernando con la Gente quiere que la voz de las comunidades “se oiga en todo el país” y agregó que las demandas de la población, como las del matrimonio Villa “van a ser no solo escuchadas sino que tomadas en cuenta y pondremos la dedicación y el esfuerzo por mejorar los servicios”.
El mandatario resaltó el trabajo que realiza Ciudad Mujer por sectores como la tercera edad, ya que la institución ofrece cursos vocacionales a las adultas mayores en varias áreas, así como créditos y capacitaciones para emprender un nuevo negocio.
Además, las casas de Cultura de San Marcos y San Jacinto promueven cursos y talleres artísticos para este sector de la sociedad, y el INDES impulsa programas de actividad física en el estadio Jorge “Mágico” González para las y los adultos mayores que quieren mantenerse saludables.
Asimismo, el Ministerio de Salud cuenta con los clubes para adultos mayores donde se ejecutan programas recreativos, y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social posee cursos de servicio de salud para pensionados en el Centro de Atención de la Colonia Roma.
A través del Festival para el Buen Vivir también se beneficia a los sectores más excluidos. En cada jornada alrededor de 90 médicos voluntarios proporcionan servicios a las comunidades en diferentes espacialidades y benefician a la población con medicamentos.
Don Raúl y doña María dan fe de eso. Al finalizar su consulta se diagnosticó que don Raúl necesitaba lentes, los cuales le fueron proporcionados en el momento, mientras que su compañera, debido a lo serio de su enfermedad ocular, tendrá que ser operada de sus cataratas.
“Me apuntaron y me dijeron que me van a llamar al final del año porque me van a operar, y no me van a cobrar nada”, dijo entusiasmada y con la esperanza que pronto podrá ver con sus ojos totalmente recuperados “los grandes cambios que vienen”.