David Martínez
@davidmar2105
La estética se ha convertido, en la última década, en una forma de inducción para la creación de nuevos actores políticos, esta fue la discusión que se trazó el tercer panel de los Diálogos Culturales de Invierno que lleva a cabo la Secretaria de Cultura del Frente Farabundo Martí Para la Liberación Nacional (FMLN), en la Universidad de El Salvador (UES).
Y es que para los ponentes, la estética, que se refiere más a lo cultural o artístico, no se puede desligar en ningún momento de lo político, pues ha influido desde siglos atrás en la sociedad a tal sentido de crear patrones en el modus vivendus de la gente, con el que se beneficia al sistema capitalista.
Así lo expuso Oscar Soles, quien asegura que la estética ha evolucionado a tal manera de jugar con la conciencia del ser humano, donde el contexto social y económico influye mucho en la actuación o desarrollo de las personas.
“El producto natural de todo esto debería ser la conciencia que no siempre alcanza su máxima claridad y rumbo, pues puede vivir por factores externos e internos, de hecho, es así como resulta que somos lo que somos y actuamos como actuamos”, indicó Soles.
Pero para crear esa conciencia a favor de las colectividades y transformar las sociedades a algo más justo, se deben hacer desde varios elementos como la creación de nuevos actores políticos con base en la cultura, aprovechando los espacios que da, así lo explicó Silvia López, catedrática de la Universidad de Carleton College, Estados Unidos.
Se debe retomar la nueva forma de organizar a las masas, a través del arte, de esas experiencias de sentido y así crear nuevos sujetos políticos y ciudades democráticas, así como lo hicieran los Indignados en España, en la que se tomaron plazas públicas y otros espacios para reclamar, por medio de diferentes expresiones culturales, sus derechos, sugirió López.
“Hay que empezar a imaginar nuevos sujetos políticos, no pensar ya la política sólo en término de partidos, sino en término de agregados colectivos que quieran reivindicar los derechos ciudadanos, entonces la expansión del campo político pasa por una experiencia de comunidad de sentido, donde se agrupan diferentes actores para actuar de manera ciudadana y democrática”, indicó la catedrática.
En tanto, Ricardo Roque, catedrático de filosofía de la UES va en la misma lógica, pues pone como ejemplo el surgimiento del nuevo teatro en El Salvador en la década de los 70, donde se comienza a utilizar esta expresión artística para dar a conocer la realidad social construida.
Pues son las organizaciones políticas de izquierda quienes reclaman protagonismo en los espacios públicos como plazas y parques para exponer su ideología y lograr un cambio de conciencia de las comunidades y por ende transformar la sociedad a una más justa.
Este tipo de acciones han tomado más fuerza en el país, específicamente en el centro de San Salvador, ahora con el apoyo de la alcaldía de la capital, quien ha puesto a disposición las plazas públicas para que las diferentes expresiones artísticas se las tomen y así cambiar la cultura y por ende la situación del país.
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