Dr. Fredy Rosales Meyer
Médico Pediatra, Neonatólogo.
La fisiopatología estudia el proceso por medio del cual la función normal se convierte en anormal. Ahora veamos el ejemplo de la madre que amamanta acostada en la cama, o en la hamaca al niño que también yace acostado con su cara hacia arriba, o con su cara de lado y de frente al Seno Materno. Ver Fig. #52 A, B, C, D, E y F.
El niño succiona perfectamente pero la leche la retiene, la embolsa en su boca, traga con dificultad, dejando un remanente, sobrante o residuo de leche en su boca. La dificultad que enfrenta el niño se debe a que la deglución del trago de leche no se lleva a cabo correctamente por estar el bebé acostado y no sentado, como es lo correcto para que funcione bien la cadena de reflejos automáticos e inmaduros ya señalados.
El niño sigue succionando y también traga al mismo tiempo, y deja con cada trago más leche residual remanente en su boca. Ver Fig. #52 A.
Si la leche es demasiada para dar un solo trago le rebalsa y le sale por la boca, por los lados. Ver Fig. #52B y foto #53. O da el trago y se escapa a ahogar.
Estando el niño acostado la fuerza de la deglución no actúa correctamente como es: impulsando la leche por el esófago hacia el estómago, sino que la impulsa contra la parte posterior de la garganta o faringe. En este lugar el trago o bolo de leche se estanca o se retiene momentáneamente pudiendo penetrar al oído medio, a través de la abertura de la trompa de Eustaquio llamada Ostium. Ver Fig. # 35 y #52 B.
La entrada de leche al oído medio estimula el vómito de la leche que se encuentra en ese preciso momento en la garganta. La leche sale expulsada por la boca y la nariz; y también puede penetrar a los pulmones. Si el trago o bolo de leche pasa sin problemas de la garganta al esófago, en este preciso lugar se encuentra con la encrucijada esófagolaringea (cruce de caminos). Ver Fig. #49; #52 D y #54.
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