Fisiopatología de la alimentación al seno materno
Si el niño se amamanta del seno materno izquierdo como es la costumbre, y se encuentra acostado sobre su lado derecho se afectará el oído derecho del niño y en caso extremo el pulmón derecho. Esto explica por qué las infecciones del oído derecho son más frecuentes y severas que las del oído izquierdo. Observe bien a su niño, si él se jala el pelo por detrás del oído derecho es porque le duele el oído y lo mismo si señala, se toca, se restriega o se introduce el dedo en el oído. Ver Fig. #55 y 56
Amamantarse del seno materno derecho es menos frecuente, por lo que los problemas en el oído y el pulmón Izquierdo son menos severos y menos frecuentes. Es NECESARIO tener bien presente esta situación. Ver Fig. # 57
Debo de mencionar que la válvula llamada epiglotis no se puede cerrar adecuadamente o correctamente por un reflejo de cierre inmaduro, y porque la válvula no actúa correctamente por defecto en la posición del bebé ya que la naturaleza no diseñó la válvula para que los niños coman acostados, sino para que mamen sentados o parados; porque el reflejo vestibular del oído interno no detecta la mala posición del niño por falta de control y coordinación vagal/vestibular. Este reflejo también es autónomo e inmaduro al nacer el niño.
Al continuar el bolo de leche su camino al estómago a través del esófago, la fuerza de su peso va dirigida hacia abajo lo mismo que la fuerza de gravedad.
Como resultado de este trastorno de fuerzas (deglución, peso de la leche y fuerza de gravedad) solo puede haber problemas. La leche que entra por la tráquea hacia los pulmones, por una válvula epiglótica mal cerrada, se dirige al pulmón izquierdo si el niño se encuentra acostado sobre su costado izquierdo o al pulmón derecho si descansa sobre su costado derecho. Por razones ancestrales de comodidad, hábito, rutina o costumbre, las madres duermen más frecuentemente sobre su costado izquierdo y amamantan con el seno materno izquierdo afectando así el oído derecho y el pulmón derecho del niño. De modo que en un niño que se amamanta acostado, de espalda o de lado, con su cara hacia arriba o de lado, enfrentando el seno materno; presenta dos momentos en que la leche puede penetrar al oído medio a través de su entrada por la trompa de Eustaquio, ubicada en la pared lateral y en ambos lados de la faringe: 1) En el momento en que el niño traga y el bolo de leche choca contra la pared posterior de la faringe; la leche se regresa entrando al oído medio, induciendo así al estornudo, la tos y el vómito, pudiendo también salirse la leche por la nariz. Ver Fig. # 52B. 2) El segundo momento (por favor invertir la figura como que si el bebé estuviese acostado) es cuando el bolo de leche pasa por la encrucijada esófagola-ringea; y allí en ese punto el bolo se estanca, se empantana, rebalsa: el bebé se atraganta y la leche penetra a la tráquea, produciéndose el estornudo, la tos y el vómito; y en su paso de regreso la leche vomitada por la faringe, entra al oído medio por la Trompa de Eustaquio y se produce más vómito y la leche al salir expulsada por la boca también es expulsada por la nariz, contribuyendo así a la asfixia con la obstrucción por congestión nasal de las vías aéreas superiores, sumando su efecto a la aspiración pulmonar. Si se llega a tal grado se produce la Cianosis (coloración morada del bebé), la disnea o cansancio, la hipoxia o baja del oxígeno y la muerte. Ver Foto. #58