La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), anunció recientemente el lanzamiento de un Plan Preventivo de Respuesta al Fenómeno de El Niño, en América Latina, para hacer frente al tema alimenticio.
La FAO menciona a El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela, por ser países que viven en áreas en las que hay impacto, por el cambio climático y que este se agudizará por el fenómeno de El Niño.
La FAO dice que estos países latinoamericanos podrían verse gravemente afectados en la producción de alimentos, de ahí la propuesta del Plan de Respuesta al Fenómeno de El Niño.
El Fenómeno de El Niño se caracteriza por el “calentamiento anormal de la temperatura superficial del mar, en el océano Pacífico ecuatorial central y oriental, que se produce cada 2 ó 7 años y puede durar hasta 18 meses, en donde los patrones de lluvia se ven perturbados y pueden desencadenar también eventos climáticos extremos alrededor del planeta”.
Es de recordar que a finales del año, autoridades de Medio Ambiente alertaron de la aparición del Fenómeno del Niño, lo que provocaría períodos secos en el país, y, a pesar de que El Salvador cuenta con un corredor seco, ninguna de las autoridades tomó acciones para disminuir el impacto.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería, que debería ser la institución rectora que proponga políticas públicas, para disminuir el impacto del niño, y hacerle frente además a la carestía y alza de precios de los productos de la canasta básica, es el más ineficiente, por no decir inepto, en cuanto al tema.
De hecho, más de cuatro ministros han desfilado en este ministerio y uno de sus viceministros, que no tiene la experticia para el cargo, se ha dado a la tarea de viajar y limitarse a alimentar las redes con “selfies”.
Sobre el tema la UNES, una de las organizaciones no gubernamentales ambientalistas, expresó recientemente: “Hemos visto la necesidad de debatir políticas públicas encaminadas al tema alimentario, y hemos venido recomendando desde el movimiento social esta urgencia, porque entre febrero y marzo tuvimos precios récords en la Canasta Básica Alimentaria”.
“Sin embargo, no se actuó, luego se presenta el fenómeno de El Niño, que tiene un 80% de desarrollo y se prevé que llegará a un 90% , y podría mantenerse en lo que resta del presente año y alcanzará para el 2024”, agrega la UNES.
La UNES y otras organizaciones sociales han recomendado al gobierno aprobar una Ley de Cambio Climático y una estrategia para la seguridad y soberanía alimentaria, sin embargo, no han tenido respuesta inmediata.
De acuerdo a datos oficiales, la canasta de productos alimenticios básicos como el arroz, el frijol, los huevos, entre otros, han sufrido una inflación del 7% con respecto al año pasado.
En un medio de comunicación local, en una entrevista, un consumidor decía, “la libra de frijol cuesta hoy $1.40 y hace un año valía $0.85”.
La semana que recién termina, también hubo alzas en el combustible, un galón de gasolina ahora ya ronda los cinco dólares.
Esto sin duda impactará en los precios de los productos de consumo popular, por el efecto cascada.
Mientras, el gobierno parece no darse cuenta de lo que pasa y no ha dado una tan sola señal de preocupación por el tema.
Esperemos que el Plan de la FAO haga recapacitar es este Gobierno, cuya principal estrategia es presentar un país en la virtualidad, y, por supuesto vanagloriarse con el tema de seguridad, como si éste fuera lo único importante y los demás problemas de la vida nacional, entre estos la economía del hogar, no existieran.
“La situación en América Latina y el Caribe requiere una respuesta conjunta y apremiante”, dice la FAO. Y, luego agrega: “Instamos a los gobiernos y organizaciones no gubernamentales y sector privado a proteger la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las familias rurales más vulnerables, ante el crítico escenario que nos presenta el Fenómeno de El Niño”.
El Plan de la FAO contempla: la entrega de semillas resistentes a la sequía, la captación y almacenamiento de agua y la asistencia en la gestión de recursos hídricos, así como la protección de los cultivos, la pesca artesanal y el ganado.
Con estas acciones la FAO espera se disminuya el potencial impacto del fenómeno de El Niño, y también esperan construir “resilencia” para que la población vaya tomando conciencia y prepararse para enfrentar otros impactos que va a generar el calentamiento global.
¿Qué más espera, presidente Bukele para hacerle frente al grave problema alimenticio, que se podría agravar, de no hacerlo, con el Fenómeno del Niño?