Washington / AFP
La incertidumbre comercial y el débil crecimiento mundial probablemente seguirán siendo un persistente riesgo que podría frenar a la economía de Estados Unidos, dijo el miércoles la Reserva Federal (Fed).
En su reunión de política monetaria de julio, cuando la Fed recortó las tasas de interés por primera vez en más de una década, los miembros de la entidad dijeron que tenían abiertas todas las opciones y evitaron señalizar que las tasas siguen un «curso predeterminado».
La guerra comercial del presidente Donald Trump con Pekin elevó las incertidumbres mundiales y frenó las inversiones de las empresas justo cuando China tiende a crecer menos y Europa padece la incertidumbre del Brexit.
La Fed espera que esos riesgos se mantengan y que «la continuada debilidad en el crecimiento económico mundial y las actuales tensiones comerciales tengan el potencial de enlentecer la actividad económica de Estados Unidos», según la minuta de la Fed de su reunión de política monetaria del 30 y 31 de julio.
Luego de cuatro aumentos de tasas en 2018, el último en diciembre, la Fed ha estado presionada por Trump a echar marcha atrás y estimular a la economía mediante un recorte de los intereses.
Aunque la minuta no alude a las presiones de Trump, miembros de la Fed dijeron que se «guiarán por la futura información y sus implicaciones para las perspectivas económicas y evitan cualquier apariencia de seguir un curso predeterminado».
La rebaja decidida en esa reunión fue vista como «parte de una recalibración» y, dada la incertidumbre que rodea a las perspectivas, los miembros de la Fed «subrayaron la necesidad de permanecer flexibles y enfocados en las implicaciones de los futuros datos».
El presidente de la Fed, Jerome Powell, admitió en la conferencia de prensa del 31 de julio que el recorte fue un seguro «contra riesgos provenientes de un débil crecimiento económico mundial y la incertidumbre comercial».
Y la minuta mostró que los funcionarios estaban «concientes» de que las tensiones comerciales estaban lejos de ser solucionadas y que las incertidumbres podrían volver a intensificarse.
Además con la inflación obstinadamente baja, la minuta señala que un menor crecimiento de Estados Unidos podría demorar aún más que la tasa de inflación alcance el objetivo de 2%.
Los miembros de la Fed esperan un menor crecimiento en la segunda mitad del año pero a pesar de los riesgos siguen «viendo una sostenida expansión de la actividad económica, solidas condiciones del mercado laboral y la inflación cerca del objetivo».