VIEJO Nuestros padres, y los padres de nuestros padres, sabían que el Sol es el creador de todo lo que existe. El Sol da la luz, el calor, la vida. Sus rayos fecundan la Pacha Mama.
EFECTO VIENTO
VIEJO Pero… ¿y si algún día nos falta y quedamos en tinieblas, vagando con hambre, con frío, hasta morir de pena?
LOCUTORA El 21 de junio, solsticio de invierno en el Perú, cuando el Sol está más lejano de la tierra, los incas lo invocaban para que nunca abandonara a sus hijos e hijas.
LOCUTOR En Cusco, tres días antes de la fiesta, todos ayunaban, los esposos no dormían juntos y el fuego no se encendía.
EFECTO GRILLOS
LOCUTORA Esa noche, la más fría y larga del año, todo el pueblo se reunía con temor. En la oscuridad, imploraban para que el Inti mostrara nuevamente su rostro.
LOCUTOR De madrugada, en medio de la comunidad, el Inca, con manto rojo y diadema de oro, llamaba con impaciencia a su Padre:
INCA ¡Inti, Padre Sol, vuelve, no nos dejes!… ¡Regresa con tus rayos a fecundar los cuatro suyos del imperio!
LOCUTORA Con los primeros colores de la aurora, se escuchaba un grito de alegría, un canto ascendente salía de todas las bocas, llenando de júbilo los corazones y retumbando en los cerros y la lejanía.
LOCUTOR La multitud, brazos abiertos, saludaba al Sol. El sacerdote tomaba un brazalete de oro y reflejaba esos primeros rayos en un copo de algodón que se incendiaba a los pocos segundos. El fuego sagrado era llevado al Coricancha, el Tempo principal, donde sería conservado todo el año.
LOCUTORA El Inca alababa al Sol, y le ofrecía chicha de maíz en vasos de oro.
INCA ¡Para que la cosecha de este año sea abundante y no exista hambre en nuestra tierra!
LOCUTOR Desfilaban hacia la plaza Huacaypata. Delante iban los solemnes estandartes del Tawantinsuyo. Seguían los guerreros adornados con pieles de puma y alas de cóndor. Atrás de la multitud, venía el Inca en andas, en su silla de oro macizo, avanzando sobre flores esparcidas en el camino.
LOCUTORA El sacerdote sacrificaba una llama. En sus vísceras se vaticinaba el futuro. Y en su sangre se mojaba el sanko, el pan de maíz que todos compartían.
LOCUTOR Y comenzaba el baile y el regocijo de muchos días.
LOCUTORA Así celebraban la fiesta grande del Sol, el Inti Raymi, en las tierras altas del Perú.
LOCUTOR El 15 de noviembre de 1533, Francisco Pizarro, un analfabeto criador de cerdos en España, se abalanzó con su tropa sobre el Coricancha. Destruyeron los tesoros antiguos, los árboles y las llamas de oro puro, las maravillas guardadas durante generaciones. No respetaron ni las momias de los antepasados.
LOCUTORA El Virrey Toledo prohibió la celebración del Inti Raymi porque era pagana, para que los indios se sometieran a la nueva religión.
VIEJO Quedamos huérfanos. Nos robaron el Sol. ¿Por dónde veremos amanecer?