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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha anunciado que realizará redadas migratorias masivas a partir de este fin de semana. Esta nueva amenaza surge luego de que desde sociedad civil se programaran actividades a nivel local, nacional y regional para exigir el cierre de los campos de concentración migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. En respuesta, organizaciones de todo el país se están uniendo en defensa de sus vecinos inmigrantes.
Al respecto del anuncio de DHS, Óscar Chacón, Director Ejecutivo de Alianza Americas, una entidad formada por una red de 50 organizaciones, emite el siguiente pronunciamiento:
“Es inmoral que DHS asegure que con las redadas está haciendo prevalecer el imperio de la ley, cuando se conoce que el 90 % de las personas con órdenes de deportación las han recibido en ausencia, muchas de las cuales han sido emitidas con claras violaciones del debido proceso. Este es otro ejemplo de una acción impulsada por el odio, dirigida a sembrar el miedo y la división en las comunidades, y alentar la base de la campaña electoral del presidente Trump.
«La administración de Trump se ha visto atrapada en sus mentiras, y esta semana tuvo que abandonar su objetivo de incluir la pregunta de ciudadanía en el Censo 2020. Con la amenaza de las redadas, parece que Trump quiere desviar la atención de este fracaso; o espera que dejemos de denunciar los horrores que sus políticas están causando a las familias que buscan asilo, y que ahora están en peligro en México o que están inhumanamente detenidas en los EE. UU. O, quizás, las compañías privadas que se han enriquecido con la detención de niños y familias le están exigiendo márgenes de ganancia aún mayores, por lo que busca incrementar las detenciones.
«Hace un par de semanas, el Congreso -con el apoyo de demócratas y republicanos- aprobó un proyecto de ley de presupuesto suplementario que le dio a la administración Trump un cheque en blanco por miles de millones de dólares para seguridad fronteriza y fortalecimiento de DHS. No podemos dejar de denunciar las acciones que se toman en contra de nuestros vecinos inmigrantes y en contra de quienes buscan nuestra protección.
«La verdadera crisis es la creada por nuestras propias políticas, tanto por la práctica de rechazar las solicitudes legítimas de protección humanitaria como los impactos a largo plazo de la implementación de políticas que conducen a la exclusión económica y social, en la cual nuestra nación ha desempeñado un papel central. Ahora es momento de que personas de buena fe en todo Estados Unidos se pongan de pie y se unan.
«Debemos cerrar los campos de concentración, debemos detener las redadas y proteger a las personas que buscan seguridad. Pero eso es solo el comienzo. Décadas de políticas e intervenciones fallidas de los EE. UU. han contribuido a las condiciones que impulsan a las personas de Centroamérica a huir en busca de protección en nuestro país.
«Comencemos hoy con el arduo trabajo a largo plazo de cambiar radicalmente nuestra política de inmigración para que esté en sintonía con las realidades del siglo XXI, reconociendo el papel sumamente positivo de los inmigrantes y los refugiados. También, debemos identificar y hacer nuestra una nueva generación de iniciativas de desarrollo centradas en las personas, para hacer de las naciones centroamericanas lugares donde las personas puedan vivir con dignidad y seguridad”.
