Iván Escobar
Colaborador
@DiarioCoLatino
De generación en generación en El Salvador, las familias mantienen una de las mayores tradiciones católicas, la fe a la Virgen de Guadalupe, la cual se conmemora cada 12 de diciembre, al igual que en otros países de América Latina.
La iglesia católica conmemora el 12 de diciembre como el Día de la Virgen de Guadalupe o la “Guadalupana” como tradicionalmente se le conoce a la virgen morena, cuya imagen en 1531 se le apareció en el monte Tepeyac, al indígena mexicano, Juan Diego – ahora declarado santo por la iglesia – y la cual se le recuerda con fervor año con año. En México esta es la principal tradición católica que se vive en estos días.
En El Salvador la tradición ya cuenta con muchos años, ya que solo el templo conocido como “La Ceiba”, ubicado en Antiguo Cuscatlán, y que resguarda la imagen, tiene más de 100 años de haber sido bendecido y de que se autorizara su construcción. Al mismo acuden miles de personas cada diciembre.
El 12 de diciembre de 1922 el padre Antonio Brunetti de la orden de los Somascos bendijeron el primer santuario de veneración en El Salvador.
Por ello, a él llegan desde diferentes partes del país, incluso, de la región centroamericana a visitar a la Virgen de Guadalupe, en agradecimiento por un año más de vida, milagros concedidos o la petición por sanación de enfermedad, gratitud por estudios culminados o en agradecimiento por un empleo digno, entre otras formas de expresar su fe a la virgen morena.
La Ceiba y su tradición de peregrinación
Hasta hace unos años atrás, las visitas entre el 9 y 12 de diciembre a La Ceiba eran multitudinarias, no obstante, con la pandemia la situación cambió, y ahora si bien se han reanudado las visitas masivas hasta el altar mayor y la tradicional peregrinación, la misma se desarrolla de forma diferente, bajo un mayor control y organización por parte del templo.
Luego de la pandemia, las filas de veneración se comenzaron a hacer desde las calles que están en la parte de atrás del templo, como por ejemplo el boulevard La Sultana, bajando por la Calle Mediterraneo, ante el volumen de personas que se hacían presentes, y se habilitaron nuevos ingresos por algunas zonas. Este 2023 la comunidad religiosa de La Ceiba informó a través de sus canales oficiales “que la ruta de la fila de veneración iniciará en la calle San Jerónimo Emiliani e ingresará por el portón sur de la parroquia”, es decir, por el lado de la clínica parroquial.
Muchos tiempo atrás, los feligreses hacían filas frente al atrio del templo, y se distribuía la larga fila entre la zona verde del mismo. Pero el volumen de feligreses cada vez va en aumento, por ello, la necesidad de buscar alternativas para evitar desorden. Hoy el atrio, prácticamente queda libre.
Los Caminantes Guadalupanos una tradición que traspasa fronteras
Los Caminantes Guadalupanos Salvadoreños es un esfuerzo de católicos que desde 1970 fomentan la fe hacia la Guadalupana. Y en diciembre, entre el 9 y 12 visitan el Cobertizo, la pequeña capilla, edificada por manos salvadoreñas y guatemaltecas, en Esquipulas, Guatemala, donde se venera a la Virgen de Guadalupe.
Este 2023 no ha sido la excepción, una comitiva ha viajado este 12 de diciembre hasta tierras guatemaltecas para venerar y llevarle serenata a la Virgen, y preservar esta tradición que cuenta con el acompañamiento de pobladores de ambas naciones.
Es de destacar, que en el marco de las fiestas dedicadas al Señor de Esquipulas, en Guatemala, los feligreses viajan a pie cada año, en el mes de enero desde la ciudad de Metapan, en El Salvador, hasta Esquipulas en la vecina nación, tradición que el próximo año cumplirá su vigésimo cuarto aniversario.
Para este martes 12, la comitiva que ha viajado desde San Salvador, se encarga de preparar el altar de la virgen, y recibir a los peregrinos que llegan desde diversas partes. Con ello, los salvadoreños mantienen viva una tradición de fe para la virgen morena, que ya trasciende fronteras.
Sofía Rodríguez, representante de los Caminantes, manifestó que cumplir la misión este año no ha sido fácil, ya que falta de recursos y otras dificultades no ha permitido una visita más amplia de feligreses nacionales, pero aseguró que mientras Dios dé la bendición y las energías, continuarán asistiendo, porque es un compromiso adquirido.
Es así, que en La Ceiba en El Salvador y en el Cobertizo en Esquipulas, se suman a las conmemoraciones que se celebran en toda América Latina, siendo México la nación impulsora de esta tradición.
Desde la cosmovisión indígena
Algunas personas deslegitiman el fervor de la religiosidad hacia la virgen de Guadalupe, y atribuyen esta tradición al mestizaje, ya que la misma se inició poco años después de la invasión europea.
No obstante, se puede hablar de un sincretismo, ya que hay estudios y explicaciones de poblaciones originarias, que comentan que la tradición a la virgen de Guadalupe, está arraigada, en este caso, en México, a una deidad ancestral indígena.
Y es que no es extraño asociar la religiosidad con las tradiciones propias de poblaciones originarias. Incluso, desde el hecho de que la misma se inicia con la presencia de la imagen que quedó plasmada en la tilma (o vestimentas) del indígena Juan Diego, y cómo éste fue testigo ante representantes de la iglesia católica de esa época para llevar el mensaje, de que se construyera un templo. En este lugar, hoy se encuentra la Basílica de Guadalupe en México.
De acuerdo a información histórica que hoy se conoce, el origen de la tradición se dio en tiempos de la conquista española, cuando la corona del imperio español fomentaba el sometimiento de las poblaciones originarias, a partir de la religión católica.
“Las peregrinaciones y, específicamente el culto a la Virgen de Guadalupe (Tonantzin), representan la máxima expresión del sincretismo en nuestras tierras”, expresa la página del Gobierno de la Ciudad de México, en la cual añade: “(es) símbolo de la conjunción entre el pasado glorioso y el respeto por nuestras tradiciones”.
En tal sentido, por estas fechas es visible en México que parten de diferentes lugares peregrinaciones que llegan hasta la Basílica, para venerar a la virgen. Portando sus vestimentas ancestrales, mezclando cantos y danzas, con oraciones y peticiones en la actualidad se vive grandemente este fervor, que está ligado a la fe.
Uno de los que dejó testimonio de esta tradición que comenzó cada 12 de diciembre, fue José Gómez, en su “Diario de Sucesos Nobles” (1665-1703), quien precisó que fue en la época virreinal cuando se dedicaba la devoción.
En El Salvador la tradición sigue viva este 2023, desde el pasado fin de semana miles de salvadoreños han acudido en familia para agradecer a la virgen de Guadalupe los favores recibidos. Las autoridades religiosas ya han diseñado todo un plan operativo para recibir a los peregrinos, tanto nacionales como extranjeros que acuden en mayor cantidad este martes 12 de diciembre.