Seúl/AFP
Jung Ha-Won
La hermana del líder norcoreano Kim Jong Un se unió a los atletas y dirigentes del planeta en los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, durante la primera visita de un representante de la dinastía que gobierna Corea del Norte al gran rival del Sur desde el final de la guerra.
Kim Yo Jong viajó acompañando al jefe de Estado honorífico de Corea del Norte, Kim Yong Nam, que encabeza oficialmente la delegación diplomática de su país en los llamados «Juegos de la Paz».
Al subir al palco en el estadio de Pyeongchang, el presidente surcoreano Moon Jae-in se acercó al lugar donde estaba la delegación norcoreana y estrechó la mano de Kim Yo Jong.
El presidente surcoreano y el norcoreano se habían saludado previamente en una recepción para los dirigentes presentes en Pyeongchang. Los representantes de los dos Estados rivales, visiblemente distendidos, intercambiaron sonrisas mientras se estrechaban la mano.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, abandonó en cambio el evento antes del final, para evitar el encuentro con los norcoreanos, según la televisión surcoreana.
Kim Yo Jong y el resto de la delegación del Norte habían llegado horas antes en un avión Iiyushin-62 con la insignia «República Popular Democrática de Corea», nombre oficial del gobierno de Pyongyang, que aterrizó en el aeropuerto de Incheon, cerca de Seúl.
El último miembro de la familia Kim que viajó al sur de la península fue el abuelo de Kim Yo Jong, Kim Il Sung, fundador del gobierno de Pyongyang, durante la incursión bélica de 1950, en la que cayó la capital.
Ambos países, que técnicamente siguen en guerra pese al cese el fuego vigente, están divididos por una Zona Desmilitarizada (DMZ).
Hoy en día, Corea del Norte está sometida a múltiples sanciones de la ONU debido a sus programas nuclear y balístico. En 2017, lanzó múltiples misiles y probó lo que presentó como una bomba de hidrógeno.
En cambio, Corea del Sur se ha erigido como la 11ª economía del mundo.
Ascenso fulgurante
Kim Yong Nam y Kim Yo Jong, ambos vestidos con abrigos oscuros con cuellos de piel fueron recibidos por el ministro surcoreano de la Unificación.
Esta visita, que se extenderá por tres días, forma parte de un acercamiento sin precedentes entre ambos países después de dos años de fuertes tensiones.
El presidente surcoreano Moon Jae-in fue quien acuñó el término «Juegos de la Paz» y espera servirse del impulso olímpico para animar al Norte a dialogar sobre el desarme nuclear.
Kim Yo Jong ha tenido en los últimos años un ascenso fulgurante en el seno del gobierno norcoreano, hasta llegar en octubre al poderoso buró político del Partido de los Trabajadores de Corea.
‘Encanto ofensivo’
En la inauguración, 22 miembros de la delegación norcoreana desfilaron junto a sus vecinos surcoreanos bajo una bandera con la península en azul sobre fondo blanco.
Luego dos jugadoras de hockey sobre hielo participaron en la ceremonia del encendido del pebetero.
Un equipo unificado de hockey sobre hielo femenino competirá en esta edición con jugadoras de ambos países.
El vicepresidente de Estados Unidos criticó «lo que el primer ministro (japonés) Abe llamó con razón una ‘ofensiva de encanto'» por parte del Norte en los Juegos Olímpicos.
Mike Pence hizo sus declaraciones cuando el líder norcoreano y el presidente estadounidense Donald Trump se han embarcado en una escalada de insultos personales y amenazas apocalípticas.
Kim Jong Un sorprendió el 1 de enero al mencionar una participación norcoreana tras haber ignorado durante meses las invitaciones a participar en los Juegos de Invierno de Seúl.
Este anuncio provocó un intenso proceso diplomático hasta la llegada histórica de esta delegación, que incluye también 22 deportistas, animadores y artistas.