Yaneth Estrada/Agencias
Tras aclarar una compra de medio millón y no $565 millones de este fármaco para tratar a pacientes con COVID-19, el presidente de la República, Nayib Bukele pidió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que revise la decisión de sacarlo de los protocolos de atención al COVID-19.
«Yo lo voy a seguir usando, la gente que lo quiera utilizar, lo puede utilizar como profilaxis» y «solicitaría humildemente, porque somos un país pequeño, revisar ese protocolo», dijo el mandatario en conferencia de prensa.
Sin embargo, se analizó a más de 96.000 pacientes de 671 hospitales del mundo donde se usó cloroquina y su derivado hidroxicloroquina contra el coronavirus, y ninguno aportó beneficios a los enfermos de COVID-19, sino que aumentan el riesgo de sufrir arritmias y hasta de morir, señala un estudio en España.
El doctor e infectólogo Iván Solano Leiva advirtió que el medicamento (Hidroxicloroquina) no debe ser de consumo sin receta, pues no aplica para todos los pacientes de COVID-19 y su uso debe ser vigilado por especialistas, tomando en cuenta que combinado con azitromicina puede tener devastadores consecuencias como arritmias o hasta la muerte.
Actualmente, El Salvador cuenta con 2,109 casos confirmados de COVID-19, con 37 fallecidos y 890 recuperados, y un total de 79,711 pruebas realizadas.
¿Qué es la hidroxicloroquina?
La hidroxicloroquina es un inmunomodulador usado desde hace décadas para el tratamiento contra la malaria, lupus y la artritis severa. Como parte de los estudios para tratar a pacientes con COVID-19 se determinó que la hidroxicloroquina «no tiene evidencia de buena calidad» que demuestre sea eficaz, advirtió la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un reporte del 6 de abril.
Entre los efectos secundarios indeseados que la hidroxicloroquina suele causar en algunos pacientes que la toman para curar otras enfermedades se encuentran el dolor de cabeza (cefalea), mareos, pérdida de apetito, malestar estomacal, diarrea o dolor de estómago, vómitos y sarpullido (erupciones en la piel), indica la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., dicen que la hidroxicloroquina es un medicamento relativamente bien tolerado que los pacientes de malaria pueden reducir efectos secundarios como los anteriores al ingerir el fármaco acompañado de alguna comida. Sin embargo, varios expertos alertan de otros efectos que pueden resultar más letales.
Advertencia y riesgo
No es recomendable, ni seguro, afirmó a Clínica Mayo, de EE.UU., en un comunicado del 25 de marzo que los antimaláricos hidroxicloroquina y cloroquina, así como los medicamentos contra el VIH lopinavir y ritonavir “tienen un riesgo conocido o posible de arritmias ventriculares y muerte súbita cardíaca”.
A nivel celular, algunos medicamentos como la hidroxicloroquina -explica la clínica- “bloquean uno de los canales críticos de potasio que controlan el sistema de recarga eléctrica del corazón”.
“Esta interferencia aumenta la posibilidad de que el ritmo cardíaco pueda degenerar en latidos cardíacos erráticos peligrosos que resultando en una muerte cardíaca súbita”, mencionó.
Igualmente, la Agencia Nacional de Seguridad en Medicamentos (ANSM) de Francia advierte en un comunicado del 10 de abril sobre los efectos “indeseables” que pueden producir la hidroxicloroquina, así como el lopinavir-ritonavir, en algunas personas.