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La hipocresía de ARENA

A más de algún salvadoreño que vio llegar a empresarios y dirigentes de ARENA a los asientos para invitados especiales en el Templete, salve donde se desarrolló la eucaristía para la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, click le habrá causado indignación, si antes le dio una ojeada a los periódicos matutinos y se percató que en el mensaje de dicho partido de derecha, no utilizaron la imagen del Obispo Mártir, y a cambio colocaron la del Divino Salvador del Mundo.

La mayoría de empresas o instituciones que expresaron su mensaje de satisfacción por la beatificación de Monseñor Romero, utilizaron la mejor imagen del pastor.

En cambio, ARENA, la sutituyó, como hemos dicho arriba, por la imagen del Salvador del Mundo. El por qué, es sencillo, aún están vivos los que financiaron los escuadrones de la muerte y los que financiaron la creación del partido ARENA. Y fueron los mismos que financiaron el asesinato de Monseñor Romero. Fueron los mismos los que calumniaban a Monseñor Romero, y los que hicieron fiesta la noche del magnicidio.

Por eso es que causa indignación ver entre los invitados especiales a gente vinculada con el partido de derecha.

Muchos de los cuales, incluso, mandaron centenares de cartas al Vaticano para que Monseñor Romero no fuera llevado a los altares.

Algunos dirán que la beatificación del Obispo Mártir es símbolo de reconciliación, y que hay que darle vuelta a la página. Pero esto no es cierto, la reconciliación solo es posible cuando se conoce la verdad.

Y los areneros, que se resisten a utilizar la foto del Obispo Mártir, y hacen monumentos al que fue el autor intelectual del crimen no dan ningún mensaje ni a favor de la verdad ni mucho menos de reconciliación.

Más bien su presencia en el acto de beatificación es una afrenta a la verdad, una actitud hipócrita.

Para creerles, antes la cúpula arenera y el empresariado que financió los escuadrones de la muerte deben pedir perdón por el magnicidio y contribuir a que se conozca la verdad.

Y es que hoy que monseñor Romero está en los altares, nada impide que se exija la verdad. Antes se guardó silencio por no entorpecer el proceso en el Vaticano, pero eso ya pasó.

Además, la reconciliación se logra solo si hablan y actúan con la verdad, de lo contrario es solo hipocresía.

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