Página de inicio » Suplemento Tres Mil | 3000 » La Historia del cuerpo en la narrativa (política y literaria) salvadoreña I

La Historia del cuerpo en la narrativa (política y literaria) salvadoreña I

 

Caralvá

Intimissimun

Masculinidades salvadoreñas: cuerpo, raza, etnia / Rafael Lara Martínez – San Salvador: AccesArte, 2017—500 pág. es un extraordinario documento que inicia el estudio del cuerpo salvadoreño en sus diversas expresiones literarias a través de un recorrido de las obras de diversos autores, su calidad descriptiva antropológica comunica eventos únicos de nuestra realidad cotidiana, algunos de carácter subliminal en esencia freudianos, otros lingüísticos, sexuales, violencia simbólica y física etc. una antología de la relación social entre parejas reales e imaginarias.

Su lectura (500 páginas) es un recorrido concreto en el quehacer documental de autores nacionales, con citas referentes a su connotación sexual de su narrativa individual, este libro es el primero en su clase, no he encontrado un documento similar en toda la historia que he revisado de nuestra nación, la razón principal es la ausencia de estudios antropológicos referente esa materia: cuerpo, raza, etnia.

Es un libro riguroso en sus citas textuales, son los autores quienes tienen las afirmaciones de la relación social-sexual en sus novelas, esa caracterización es reflejo del momento histórico, así califican a la mujer, el matrimonio, los gobernantes, la violencia simbólica o física; ello identifica cada obra y a cada autor, nada esta libre de un calificativo en el habla popular, pero en las obras narrativas se perpetúan como espejos de la vivencia personal, entonces el lector puede observar la negación étnica, el desarrollo de la masculinidad reflejada en los gobernantes, los amos, los blancos e indios, las clases sociales, incluyendo el desnudo femenino y voyerismo viril, su representación en imagen, la justificación del predominio de clase social, así podemos observar ahora la creación de museos o bibliotecas excluyendo las lenguas nativas, su historia y cultura.

El conjunto del texto es una ruptura cognitiva en la narrativa salvadoreña, no existe un libro similar en nuestro acervo cultural, si el nivel de estudio es superior, las palabras y su contexto son populares, la explicación es más práctica: el poder temporal de los gobernantes, la reproducción sexual, el contrato matrimonial (o sin él, unión libre, acompañamiento, infidelidad etc.), incluso la homosexualidad tiene distinto tratamiento en los análisis descritos por Lara-Martínez.

El cuerpo habla su propia historia, es un cuerpo-sexuado, que incluye su extracción social, su vida familiar, la calidad educativa o su inverso; la sociedad salvadoreña tiene un abismo de identidad al encontrar rasgos étnicos en sus contemporáneos, es similar a “nacer tatuado” parecido a otras culturas anglosajonas con las minorías de sus territorios, pero aún es así en el Siglo XXI, ejemplo: al observar la guerra entre Israel-Palestina, la podemos calificar de muchas formas o entre religiones y reproduciremos el esquema tratado en éste libro, si acaso eso no es suficiente considérese el trato de las metrópolis con los emigrantes, refugiados, poblaciones con idioma diferente al dominante, otro dato léase el tratamiento de la guerra en diferentes medios occidentales versus los orientales.

El autor en su Introducción: “Cuatro aclaraciones necesarias” “ A continuación, especifican cuatro temáticas que orientan el análisis de la mayoría de los ensayos. Los primeros dos tópicos son de orden aristotélico. Se trata de la oposición entre historia y ficción, así como la existencia de un indígena salvadoreño sin lengua materna, según el material historiográfico analizado. En Tercer lugar, se explica el trío arte-crítica-antropología que instaura una noción de cuerpo tatuado desde su inicio. Por fin, se ofrece una breve definición de los protagonistas masculinos más relevantes en el corpus bajo análisis” pág 67 Idem

“Existe un tema que -a modo de estribillo o canon musical- se repite por variación en los ensayos. Se trata de la distinción aristotélica entre la historia, y el relato particular de un hecho, y la ficción o relato generalizado, la cual debe caracterizarse en cada autor a estudiar. El epígrafe inicial restituye la Poética, IX: 1451ª36-b11, cuyo contraste justifica su aplicación reiterada. Para citar un solo ejemplo, valga aclarar que la única novela que publica Salarrué en 1932 -Remontando el Uluán- jamás se estudia como parte constitutiva del corpus durante ese año clase. Sucedería que existe un trecho insalvable entre los hechos en sí – la historia actual- y la percepción de los agentes sociales vivos. En verdad, en esa presunta fantasía aparece una mujer “negra desnuda” como personaje principal al lado del narrador. Sin mayor asombro, la relación amorosa entre un hombre blanco y una mujer indígena desempeña un papel preponderante en otras dos novelas inéditas en el país, a saber: El oso ruso (1944) de Gustavo Alemán Bolaños y Ola roja (1948) de Francisco Machón Vilanova. Los tres relatos de autores urbanos -vivos en 1932- se alinean al confirmar una arista de género como distintiva del discurso ficticio. Mientras la historia se limita una gesta heroica o represiva de varones, la fantasía imagina una sociedad dividida en grupos étnicos y géneros. Su jerarquía étnica se corresponde a la oposición hombre-mujer, ya que nunca se fantasea una reversión; un hombre indígena o afro-descendiente con una mujer blanca de pareja. Incluso en el viaje astral más esotérico la ilusión suprema del varón blanco se llama hembra afrodescendiente Gnarda. Para 1932, sólo la ficción concede voz a la mujer indígena y a la afrodescendiente, como si sus derechos no le importan a la historia factual. De igual manera, solo la ficción rinde cuentas del deseo humano -del apetito sexual por “coger fruta ajena” (Salarrué Remontando el Uluán)- como acción política singular. Por herencia aristotélica, la historia es al varón como ficción, a la hembra, según la distinción que se particulariza en El Salvador de se año clave. Así lo refrenda otra fantasía, O-Yarkandal (1929), en la que sin asombro los amos son blancos, los esclavos, negros y la mujer una mercancía… Continuará. amazon.com/author/csarcaralv

 

 

 

 

 

 

Ver también

Un faro palestino ha encendido su luz en El Salvador

Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa El sábado 16 de noviembre de 2024, sucedió en el …