La Serena/Chile/dpa
“Uruguay juega mal”, check “Uruguay aburre”, “Uruguay no convence”, “Uruguay no tiene fútbol”: las frases se repiten de manera constante año tras año, torneo tras torneo, pero en realidad nadie quiere enfrentarse con la selección “charrúa”.
El oficio, la dureza y el carácter del actual campeón de la Copa América, sus numerosos títulos y su épica lo ubican como uno de esos rivales que nadie desea, y Chile no es la excepción.
Desde el momento que la “Celeste” se convirtió en el rival de cuartos de final, un escalofrío recorrió el alma de los hinchas locales del torneo continental.
Y hay razones estadísticas, muchas, para que esto suceda. La más llamativa es que en las ediciones de 1999 (Paraguay), 2007 (Venezuela) y 2011 (Argentina), los uruguayos se enfrentaron al equipo anfitrión en cuartos de final, y siempre salieron airosos.
Egidio Arévalo Ríos, volante central de los orientales lo recordaba el sábado tras el encuentro ante Paraguay: “Esto no es nuevo para nosotros. Ya nos pasó tener que enfrentar al local en Venezuela y Argentina. Hay que estar tranquilos, no desesperarse y llegar bien al miércoles, porque va a ser un gran partido”, dijo sin que se le notara el más mínimo nerviosismo por lo que se viene.
Más aun, el futbolista de Tigres de Monterrey ya comenzó a imaginar el choque: “Si a Chile le molesta que le cierren los espacios tendrá que buscar otra fórmula para lastimarnos. Todos saben que nosotros nos cerramos bien y después tratamos de atacar, es nuestro estilo, lo hemos demostrado en todas partes y siempre nos ha dado resultados”.
La historia, sin duda, juega en contra de Chile. Uruguay es la segunda selección a la que más veces se enfrentó: 77, con apenas 16 victorias de la “Roja” y 18 empates, es decir, un escuálido 28,57 por ciento de efectivdad.
Pero además, Chile no logra derrotar a la “Celeste” en un partido de Copa América desde 1983 (32 años), con dos empates y dos derrotas desde entonces. El consuelo es que aquel triunfo fue en el estadio Nacional, el mismo donde se jugará el encuentro del miércoles (fue 2-0 en una edición sin sede fija que ganarían los uruguayos).
José María Giménez, autor del gol ante Paraguay, alertó sobre cuál va a ser el plan para enfrentar a los locales: “Vamos a intentar opacar sus ataques, defendernos bien y tratar de aprovechar nuestro juego”, indicó el juvenil defensor del Atlético de Madrid, quien también enfatizó el peso que puede tener la hinchada: “Chile juega mucho con la tribuna, la gente los levanta un montón y habrá que tratar de aislarse de todo eso”.
Justamente, el juego -o mejor dicho, el poco juego- demostrado por los dirigidos por Óscar Tabárez hasta la fecha, fue analizado por Maxi Pereira, el mejor de los charrúas el sábado en La Serena: “Creo que la selección de Uruguay nunca ha tenido gran fútbol, nunca fue de jugar lindo como Brasil o Argentina. Tenemos gente para jugar, eso está claro, jugadores que en sus equipos apuestan a otro tipo de fútbol pero nosotros apostamos a defender bien y tratar de contragolpear”. Aun así, el jugador del Benfica subrayó que desde el primer partido hasta ahora el equipo mejoró mucho con pelota: “Creo que esta selección está subiendo el nivel de a poco”.
¿Es suficiente esto para alcanzar las instancias finales? En ese sentido, Pereira hace autocrítica: “Sabemos que tenemos que mejorar más. Contra Chile no podemos repetir los errores cometidos en los partidos de primera fase porque a partir de ahora el que menos falle va a ganar”.
El lateral derecho uruguayo, que ya acumula más de 100 partidos vistiendo la celeste y disputa su tercera Copa América, sabe bien cómo encarar las fases eliminatorias: “Ahora hay que ir a buscar los partidos porque si no quedás afuera. A partir de cuartos de final sabés que tenés que estar al cien por ciento, tenés que jugar y tenés que ganar”.
Es muy probable que del lado chileno también lo sepan y tengan las mismas convicciones, pero los números seguro que les generan más dudas.
La “Roja” y la “Celeste” disputaron 28 partidos por Copa América, con solo seis triunfos de Chile, cuatro empates y 18 victorias charrúas. Y como también hay que pensar en una posible definición por penales cabe recordar el único antecedente al respecto. Fue en 1999 en Paraguay. Y como a estas alturas ya es fácil suponer, ganó Uruguay.