Melbourne/dpa
Juan Martín del Potro confirmó definitivamente que, pills el día que se retire del tenis, click la lista de sus grandes rivales no estará encabezada por Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, sino por su propio cuerpo.
Víctima de lo que parece una maldición sin fin, el argentino renunció a jugar el Abierto de tenis de Australia ante la intensificación de los dolores en su muñeca izquierda.
“Tomo esta decisión porque no quiero poner en riesgo mi carrera”, explicó el argentino, que debía jugar el martes con el polaco Jerzy Janowicz, pero inició hoy un vuelo con destino final en Argentina.
Del Potro estuvo fuera del circuito durante diez meses de 2014 debido a una operación de la muñeca izquierda y regresó la semana pasada alcanzando los cuartos de final en Sydney.
“Puedo entrenar, pero si no puedo pegar reveses como quiero eso no ayuda a mi juego. Es un riesgo para mi mente, mi cuerpo, todo. Voy a ver al doctor de nuevo y hacer un buen plan para el futuro. Quiero jugar tenis muchos años, sigo siendo muy positivo”, aseguró el argentino.
A sus 26 años, Del Potro tiene una larga experiencia en problemas físicos. Ya en 2010 debió pasar prácticamente toda la temporada en blanco debido a una operación de la muñeca derecha, situación que se repitió en 2014 con la izquierda.
Esos problemas físicos frenaron la progresión de un jugador que en 2009, con 20 años, ganó el Abierto de Estados Unidos y llegó a ser cuarto del ranking mundial. Un jugador del que Federer dijo en 2010 que veía como serio candidato al número uno.
En vez de luchar por esa posición que ningún argentino conquistó en la historia del tenis, Del Potro se dedicó a luchar contra su propio físico, torturado por unas muñecas que reflejan la exigencia física y mental del tenis moderno, en especial para un jugador de extremidades excepcionalmente largas, como es su caso.
“Es una amargura bajarme de un torneo de esta magnitud, pero a pesar de ser una decisión difícil creo que es la correcta. Jugar un torneo de esta intensidad con jugadores muy buenos podría no ser lo mejor pensando en mi futuro. Hoy pienso en todo lo que sigue en mi carrera y no en este torneo”, explicó el argentino, 276 del ranking mundial.
Sereno y claro en su discurso, Del Potro reveló que tomó ya en la noche del sábado la decisión de no jugar. Horas antes había interrumpido su entrenamiento con el uruguayo Pablo Cuevas quejándose de dolores en la muñeca.
“Estamos haciendo lo correcto. Estoy muy motivado, con muchas ganas. Va a llevar su tiempo, como en 2011 cuando volví”.
Pese a los consejos de muchos de sus seguidores en las redes sociales, Del Potro no jugará con el revés a una mano para dejar libre la muñeca izquierda. Seguirá usando el golpe a dos manos.
“Descarto el revés a una mano”, dijo con una sonrisa. “Sí aprendí a pegar slice, y lo he mejorado mucho este tiempo, pero lo otro está descartado”.
Franco Davín, entrenador del jugador, se refirió el sábado a una mini-operación que le recomendó el doctor Richard Berger para terminar de solucionar los problemas de la muñeca izquierda.
El argentino, que adelantó que se verá en breve con Berger, enfatizó que fue “un acierto” jugar la semana pasada en Sydney.