Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“La moral y la política son viables”, afirmó el Párroco de la Iglesia San Francisco de Mejicanos, Ariel Cruz, en la misa dominical que celebra la “Comunidad de la Cripta” en Catedral Metropolitana, al mencionar en su mensaje que Dios, no quiere pueblos oprimidos, esclavizados o en guerras, que trae inestabilidad en las sociedades.
“Recordemos que el pensamiento de Monseñor Romero, era el pensamiento de Jesús, y creo que, si tú preguntarás a él sobre la conducta de los mandatarios de un país, te diría, que la respuesta es el Evangelio y que si esos criterios de autoridad fueran bajo esos valores, no estuviéramos con complicaciones la existencia de los pueblos”, señaló.
El Padre Cruz, reflexionó también sobre la obra de San Romero, que siempre estuvo ligada a brindar solidaridad y rechazar cualquier manifestación de injusticia, y para lograrlo, a través de la unidad de los cristianos y sociedad en general, para establecer el bien común. “Tenemos que buscar esos valores, para evitar que sucedan este tipo de situaciones de violencia, como sucede en el país y otros, comoVenezuela y Nicaragua, que necesitan aplicar el Evangelio de Cristo.
¿Por qué?, el Evangelio de Cristo es justicia, es paz, es amor y bien común. Claro, no me atrevó a decir, que pensaría Monseñor Romero, porque él pensaba a la manera de Dios, pero me atrevo a decir, que Monseñor Romero nos recomendaría a todos y todas a potenciar los valores evangélicos pueden ser el camino leal y fiel para construir el Reino de Dios”, sostuvo.
Sobe el desarrollo económico sin justicia social, el Padre Cruz, fue contundente al decir, que si un proyecto político no lleva el sentido de favorecer a los escogidos de Dios, que son las personas, nada podrá sacar del atraso a un país.
“Si ese proyecto no dignifica a la persona, no es conveniente ese desarrollo. Eso de políticas, medios y sistemas que conocemos hoy en día, que intentan guiar al mundo, sino son bajo criterios que hagan crecer a la humanidad, a los hijos de Dios en prospéridad y un mundo donde se pueda vivir, pues son descartables esos proyectos. El crecimiento económico si puede puede tener una visión moral, no puedo tener una visión de interés propio y poder de general riqueza, sin pensar en que mi hermano crezca y viva dignamente, sino cuenta con eso, no están en la dimensión de Jesucristo y Monseñor Romero”, señaló.