Madrid / AFP
Amélie Bottollier-Depois
Catástrofes climáticas, seguridad alimentaria precaria, aumento del nivel del mar: «Debemos poner fin a nuestra guerra» contra el planeta, que «está contraatacando», clamó el domingo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, criticando los esfuerzos «totalmente insuficientes» contra el calentamiento global.
Con tono combativo la víspera de la apertura de la conferencia sobre el clima de la ONU COP25 en Madrid, Guterres pintó un panorama sombrío para el futuro de la humanidad, ya enfrentada a una «crisis climática».
«El punto de no retorno no está lejos en el horizonte, está a la vista y se nos acerca a toda velocidad», señaló en rueda de prensa.
Y la humanidad es la responsable, sobre todo por la explotación de las energías fósiles, causante de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Desde hace décadas, la especie humana está en guerra contra el planeta, y ahora el planeta está contraatacando», dijo Guterres. «Debemos poner fin a nuestra guerra contra la naturaleza, y la ciencia nos dice que podemos hacerlo», agregó.
De todas maneras, dijo no perder «la esperanza» de respetar los objetivos del Acuerdo de París para limitar el calentamiento a +2 ºC e incluso a +1,5 ºC respecto a la era preindustrial.
Pero la expectativa es cada vez menor, como lo advirtió esta semana el Programa de la ONU para el ambiente, cuyo reporte anual indicó que para permanecer por debajo de +1,5 ºC será necesario reducir las emisiones de CO2 a 7,6% por año hasta 2030, sin que haya señales de que estén bajando.
Pese a la movilización de ciudadanos, ciudades y empresas, «lo que falta todavía es la voluntad política», denunció Guterres, insistiendo en la necesidad de frenar las subvenciones a las energías fósiles y la construcción de centrales eléctricas de carbón.
Se dirigió directamente a las grandes economías: «Los más grandes emisores mundiales (de CO2) no hacen su parte, y sin ellos, nuestro objetivo no es alcanzable».
– Expectativa en torno a la UE –
Solo 68 países se han comprometido a revisar al alza sus obligaciones de reducción de emisiones de gas de efecto invernadero para 2020, pero ellos representan solo el 8% de las emisiones mundiales, según expertos, que dudan que grandes economías como China hagan anuncios en esta COP.
Sin hablar de Estados Unidos, que viene de confirmar su retiro del Acuerdo de París el año entrante. Mientras que casi todos los países estarán representados en Madrid al menos a nivel de ministros, y en muchos casos por jefes de Estado o Gobierno, un simple diplomático encabezará la delegación de Washington.
La influyente presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi acudirá a la cita para «reafirmar el compromiso del pueblo estadounidense con el combate a la crisis climática».
En un contexto diplomático poco propicio, la posición de la Unión Europea, que estará representada por su nuevo ejecutivo y una quincena de jefes de Estado o Gobierno, es muy esperada.
«Si hacemos bien nuestro trabajo, la Europa de 2050 será el primer continente del mundo neutro en carbono», declaró recientemente la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Los europeos, que no han llegado todavía a un acuerdo, deben examinar este objetivo en una cumbre los días 12 y 13 de diciembre.
Si Europa consigue ponerse de acuerdo, «otorgará una autoridad moral muy importante para permitir que la negociación mundial pueda ser un éxito»l, dijo el domingo Antonio Guterres.
Anticipando un informe de la Organización Meteorológica Mundial que debe ser publicado esta semana, Guterres adelantó que 2019 se unirá a los cuatro años precedentes como los cinco más calurosos desde que hay registros.