Isaac Bigio*
El jueves 11 poco antes de las 11:00 am, todos los medios británicos estaban centrados en la detención de Julian Assange, el más famoso revelador de secretos de Estado de Washington. Hoy su caso es la nota del día dentro del Reino Unido y de la comunidad latina en dicho país.
CORTINA DE HUMO
Esa mañana del jueves esta noticia se había convertido en la principal en Reino Unido, desplazando de tal sitial a la que doce horas antes era la más importante para este país. En la noche del miércoles todos los veintiocho jefes de gobierno de la Unión Europea (incluyendo Theresa May), decidieron postergar la fecha final del Brexit, por segunda vez y ahora por un lapso de seis meses y tres semanas.
La captura de Assange, es algo que podía unir a toda la derecha británica y hacer ver a ésta que su primera ministra algo estaba haciendo bien, mientras este acontecimiento sirvió para distraer a la opinión pública y al descontento que había entre gran parte del 52 % del electorado, que hacía tres años atrás había votado en favor de salirse de la UE, y de cuantiosos parlamentarios oficialistas furibundamente opuestos a cualquier postergación, que les obligase a participar en las elecciones al euro-parlamento este 23 de mayo y a ser humillados en éstas.
May, que sabe que hay muchos sectores de su partido que ahora quieren removerla de su puesto, se valió de ello y de adelantar un receso parlamentario por pascuas para diferir una eventual ola de protestas por su nuevo acuerdo con la UE, mientras que Nigel Farage, ha aprovechado esa ocasión para acusarla de traicionar la voluntad popular y lanzar su nuevo Partido del Brexit.
ASILO
Tras haberse exiliado en la embajada ecuatoriana hace un septenio, Quito decidió suspender el asilo para entregar a Assange a la Scotland Yard.
Se supone que un país acoge en su sede diplomática a una persona que busca asilo, para proteger su vida frente a cualquier privación de su libertad o amenazas a su libre expresión o existencia. Un país puede aceptar o rechazar el asilo. Uruguay no aceptó al expresidente Alan García el refugiarse en su embajada en Lima, porque apenas se produjo tal petición Montevideo, concluyó que él si salía no iba a la cárcel y que no se le podía proteger de una investigación por robo y corrupción. Sin embargo, Ecuador sí le aceptó como asilado e incluso, tras que Assange cumplió cinco años en su embajada (que es territorio ecuatoriano), le concedió legalmente la nacionalidad y ciudadanía de su propio país.
Este es un caso altamente inusual pues el asilado no ha terminado libre (ya sea mediante su transferencia a otro país o mediante un acuerdo con el país donde está, para que se anulen cualquier clase de órdenes contra su libertad) y que una embajada haya entregado a un nacional suyo a las autoridades de un país donde dicho asilado no tiene ciudadanía, y además, que le haya privado a dicho asilado de su nacionalidad sin que medie un proceso legal.
En Reino Unido hay millones de inmigrantes, que residen allí tras haber recibido su ciudadanía británica o europea y nadie es privado ello. Una excepción a ello fue una muy controversial medida que quitó el pasaporte británico a una mujer, que se unió a grupos terroristas islámicos en Siria, todo lo cual ha generado una ola de cuestionamientos legales.
Assange no ha participado de ningún atentado o asesinato ni ha hecho ningún acto de violencia, que amerite que sea el primer ciudadano de una nación latinoamericana en Londres, que su ciudadanía andina es revocada por mandato presidencial.
En el caso de Assange a él se le comunicó de manera repentina que su asilo, hasta que su ciudadanía ecuatoriana quedaba inmediatamente terminada y que los guardias le iban a sacar de la embajada done vivía para entregárselo a la policía británica.
ARGUMENTOS
La justificación dada por el presidente ecuatoriano Lenin Moreno, es que él no se portaba bien en la embajada (y hasta tiraba sus eses por las paredes) y que se inmiscuye en la política interna de Ecuador y de otros países.
Si una persona hace esa clase de actos antihigiénicos, ello puede ser producto de serios problemas de salud corporal o mental, tras estar siete años recluido en un cuarto de menos de diez metros cuadrados, venir siendo hostilizado y estar sin poder salir a caminar a ningún patio o jardín con luz natural y tener sus comunicaciones altamente restringidas con el mundo exterior.
En caso de que lo que dice Moreno sobre una supuesta inconducta de Assange, fuese cierto se le debiera haber transferido a un hospital o a un lugar donde siga gozando de protección diplomática (puede haber sido otra embajada o una residencia especial bajo la bandera ecuatoriana), y además mostrarse pruebas (que no se ha hecho). Empero, en vez de ello él ha sido transferido a una cárcel local donde debe hacer frente a los pedidos de EE. UU. para extraditarlo a su país a fin de darle penas muy severas.
Se ha hablado también de los altos costos que representaba Assange, para el presupuesto y la imagen internacional del Ecuador. Sin embargo, el tema financiero se pudo haber sorteado con campañas financieras y en todo caso, todo gobierno que acepta a un asilado debe previamente evaluar las consecuencias de tal decisión antes de tomar éstas. Y cuando Assange solicitó quedarse en la embajada ecuatoriana de Londres, Lenin Moreno era el vicepresidente del Ecuador.
El que un país permita que un asilado suyo (y encima, un nacional suyo), sea entregado a la policía del país que estaba huyendo es algo que daña profundamente la reputación de tal país en términos de la diplomacia y de los derechos humanas a una escala muy grande.
Si precisamente el binomio presidencial Rafael Correa–Lenin Moreno, acogió a Assange en su embajada en Inglaterra, fue para demostrar al mundo que su pequeño país se proyectaba como uno con grandes ambiciones en demostrar al mundo su apego a los derechos humanos y de los inmigrantes, y su independencia frente a las grandes potencias.
Moreno denuncia que Assange se entromete en política interna de otros países, pero eso es algo que hace cualquier periodista internacional y que él estaba autorizado a hacerlo hasta antes que él llegase a la presidencia en 2017. Los dos casos más serios en que esta interferencia hubiese dañado las relaciones del Ecuador, fueron cuando en el 2016 reveló una serie de documentos confidenciales de Hillary Clinton, que le afectaron para ganar las elecciones y en el 2017 cuando hizo algunos breves comentarios en el twitter apoyando la independencia catalana. No obstante, la embajada le cortó el internet y desde entonces se le privó a él de expresar sus puntos de vista y se le colocó una mordaza.
Lo que al parecer rebasó el vaso, son las fotos hechas acerca de la vida privada de Moreno y su familia (donde supuestamente se revelaban un modo de vida opulento) y sobre las supuestas grandes cuentas de él y de sus tres hijas en paraísos fiscales. No hay pruebas que Assange haya estado detrás de ello, y en todo caso, él como ciudadano ecuatoriano, no puede estar privado de votar u opinar sobre temas internos del Ecuador.
GIRO
Apenas Assange fue traspasado de la embajada ecuatoriana de Londres a una cárcel, se hizo público un generoso préstamo del FMI a Ecuador por $US 4,200 millones.
Esto ha sido aprovechado por su anterior mentor Rafael Correa, para denunciarlo como el más grande traidor de Latinoamérica y de haber vendido a Assange por estos miles de millones.
Moreno retruca que él busca revertir una serie de medidas que llevaron a su país al declive, que por ello es importante regresar a los marcos del sistema financiero mundial encabezado por EE. UU. y que solamente de esta manera se evita que Ecuador siga la senda de Venezuela.
Sin embargo, es claro que Moreno ha roto radicalmente con los principios de la llamada “Revolución Ciudadana” y el “Socialismo del Siglo XXI”, con los que él llegó inicialmente al poder como vicepresidente de Rafael Correa.
Moreno, a poco de llegar a la presidencia, arrestó a su compañero de plancha con él cual ambos fueron electos, su vicepresidente Jorge Blas, quien sigue en la cárcel acusado de corrupción y ha querido hacer lo mismo con Rafael Correa, a quien ha logrado evitar que vuelva a postularse en una nueva elección presidencial tras haber convocado a un referéndum.
La política de Moreno, ha pasado por distanciarse de la base electoral y de los postulados del correísmo para acercarse a los de la anterior oposición de derecha con la cual se ha unido muchas veces contra su anterior mentor. En el plano externo él ha roto con la Alternativa Bolivariana de Nuestra América (ALBA) y con la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), habiendo desalojado a ésta de su sede central que estaba en Quito.
Tras haber apoyado incondicionalmente a Nicolás Maduro, cuando llegó a la presidencia venezolana en 2013, hoy Moreno le desconoce en ese cargo y junto a EE. UU., reconoce en la presidencia a su Némesis Juan Guaidó.
Moreno venía considerando a Assange como una “piedra en el zapato”, la cual ha terminado sacándosela y con ello ha demostrado a Washington, que él se ha pasado al campo opuesto de lo que han sido los gobiernos izquierdistas latinoamericanos, para lo cual se le abren condiciones muy ventajosas para él.
ASSANGE
Assange ha liderado Wikileaks, una agencia que se encargaba de “hackear” documentos clasificados de EE. UU. y de sus aliados para publicarlos en la Internet. Gracias a ello se pudieron conocer, entre otras cosas, muchas atrocidades de las guerras norteamericanas en Irak y el Asia occidental.
Washington, considera a Assange como una amenaza a su seguridad interna y ha buscado extraditarlo a EE. UU. donde, si bien, por el momento, le piden solo cinco años de cárcel por haber interferido computadoras norteamericanas, cuando llegue a dicha nación los cargos han de poder aumentar, incluyendo el de alta traición para lo cual existe la cadena perpetua o la pena de muerte en algunos Estados.
Inicialmente se le acusaba a Assange de haber abusado sexualmente a dos suecas, por lo que Estocolmo le reclamaba, pero ese proceso ha sido abandonado y ahora el pedido de extradición es el que hace EE. UU., lo cual refuerza el temor que tenía Assange que la denuncia de esas suecas anónimas era una maniobra para hacer que él fuese extraditado a Escandinavia, como primer paso hacia Norteamérica. Muchos periodistas que han revelado documentos clasificados de EE. UU. hoy temen que ellos puedan recibir similares castigos. Assange ahora va a entrar a un largo proceso donde Suecia puede reactivar sus procedimientos y Washington, ha de poder reiterar sus pedidos para juzgarlo en EE. UU. En Ecuador la derecha ha de celebrar ello pues considera a Assange como alguien que rompe privacidades ajenas y es una carga a su diplomacia y finanzas, mientras que la izquierda va a querer denunciar nuevamente a Moreno de haber “traicionado” a sus bases y promesas electorales, y buscar removerlo de palacio.
*Analista internacional
Politólogo economista e historiador formado en la London School of Economics donde ha enseñado política latinoamericana.