Por Pol Costa
Viena/AFP
Los precios del petróleo caían este martes a medida que parecía alejarse un acuerdo de la Organización de Países Exportadores (OPEP) para limitar la producción y estimular los precios al alza.
El precio del barril WTI, el crudo de referencia, para entrega en enero se cotizaba este martes a la baja alrededor de los 45 dólares.
En lo que va de año, los precios del barril han estado continuamente por debajo de 50 dólares, comparados con los 100 dólares que llegaron a cotizar en 2014.
En septiembre, la OPEP había llegado a un preacuerdo en Argel para limitar la producción hasta un nivel situado entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios (mbd). También acordó entonces un entendimiento con otros grandes productores no miembros.
«Continuamos implementado el nivel de producción que decidimos en Argel», dijo este martes el ministro iraní del petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, a su llegada a Viena.
Pero los desacuerdos y las dudas de los últimos días están provocando una gran volatilidad del crudo. Más aún después de que Rusia, un país que no forma parte del cártel pero cuya participación en el posible acuerdo es vital para lograr el objetivo de estimular precios, dijo que no estaría en Viena.
«No hay ninguna necesidad [de participar en la reunión del miércoles], la OPEP tiene que celebrar primero su reunión», dijo este martes el ministro ruso de Energía, Alexander Novak.
«Naturalmente, si se alcanza un consenso y la OPEC toma una decisión, nos pondremos de acuerdo lo más rápido posible», añadió.
Rusia está produciendo cerca de 11 mbd, un nivel récord desde los tiempos de la URSS.
Por su parte el ministro argelino de Energía, Nuredin Butarfa et y su homólogo venezolano Eulogio del Pino se reunieron el lunes en Moscú para intentar convencer a Rusia de reducir su producción en 600.000 mbd. Hasta ahora Rusia se ha mostrado favorable a congelar la producción pero no a recortarla.
«Las discusiones avanzan en la buena dirección» dijo Butarfa a su llegada a la capital austriaca.
Pesimismo y desencuentros
Los analistas son ahora más escépticos que nunca y esperan los resultados de la reunión oficial del miércoles.
«El grupo de expertos [de la OPEP que se reunió el lunes] no hizo ningún progreso visible y todo depende ahora de la reunión formal» del miércoles, dijo Olivier Jakob, de Petromatrix.
Tampoco es optimista Bjarne Schieldrop, un analista en materias primas del banco nórdico SEB. «Vemos muy pocas posibilidades de un recorte de la OPEP (…) Ahora lo más importante [para el cártel] es salvar la cara», indica.
Dentro de la OPEP, que en octubre produjo cerca de 33,64 mbd, los desacuerdos se han hecho más patentes en las últimas horas.
Arabia Saudí, el mayor productor y el país más influyente del cártel, puso en duda que recortar la producción sea el único método para que los precios suban, contradiciendo el preacuerdo Argel.
En paralelo países como Irán o Irak son reacios a recortar su producción, en el segundo caso argumentando que no puede prescindir de ingresos petroleros en plena guerra contra el yihadismo.
En las largas negociaciones del lunes entre los responsables técnicos de cada país, Irán dijo estar dispuesto a recortar 200.000 mbd, un nivel que Arabia Saudí considera insuficiente, indicó la agencia Bloomberg citando a un delegado de la OPEP.
Para los miembros latinoamericanos del cártel, Venezuela y Ecuador, el acuerdo también es clave, en especial para Caracas, muy dependiente de los ingresos petroleros.
La OPEP, fundada en 1960, todavía representa un tercio de la producción mundial de petróleo pero en los últimos años ha perdido influencia en el mercado global del petróleo.