“La invitación es que nos lancemos todos los días en los brazos del señor”: padre Palacios

Samuel Amaya
@SamuelAmaya98

El sacerdote católico Guillermo Palacios presidió la misa este domingo en la Cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador. En su mensaje sostuvo que a veces se busca tenerlo todo y se olvida de lo que ya se tiene; por ello, es bueno, cada día ser agradecido y confiar en los procesos del señor.

“Buscas la vida constantemente en esas cosas que al final no te producen más que un ratito de alegría y lo demás queda; como los niños que le regalan un juguete nuevo y en dos o tres horas es la alegría de jugar con el juguete, luego lo dejan con el montón”, ejemplificó el sacerdote.

Para el líder religioso, se da la vida por buscar la felicidad en esas cosas material. “Se nos anuncia que el señor viene con fuerza a levantar de esas muertes en las que hemos caído; nos dice a nosotros con nombre a apellido, -levántate y vuelve a comenzar-; ya que a veces se pueden acabar las fuerzas y caer en la depresión y tristeza”.

También, el padre dijo que hay que vivir y tomar fuerza por lo que se cuenta, como el trabajo, salud, una familia o un techo. “La invitación es que nos lancemos todos los días con la fe y en los brazos del señor, sabiendo que él actúa en nuestra historia y vida para bien nuestro”.

En la procesión de ofrendas, la Comunidad de la Cripta recordó que San Pablo habla de la generosidad de Jesús hacia los pobres, así como Monseñor Óscar Arnulfo Romero recordaba que los valores cristianos de solidaridad y servicio es para con los pobres; por ello presentaron una canasta de víveres, simbolizando la generosidad y solidaridad que la comunidad de la cripta pone al servicio de las familias que enfrentan carencias.

La comunidad romeriana también recordó que Monseñor Romero, Santo de America, afirmaba que cada domingo es pascua y por ello aviva a la esperanza de seguir a un Cristo vivo, quien tiene la fuerza para dar la salvación a todo aquel que la pida con buena fe. Por ello presentaron el pan y vino, que convertidos en cuerpo y sangre de Cristo avivará la vida y dará la salvación.