Berlín/AFP
Damien Stroka
La justicia alemana decretó el jueves libertad bajo fianza para el expresidente catalán Carles Puigdemont y desestimó que pueda ser extraditado a España por rebelión, un revés para las autoridades españolas.
«Nos vemos mañana. ¡Muchas gracias a todos!», reaccionó en Twitter Puigdemont, quien se encuentra encarcelado en la prisión de Neumünster, en el norte de Alemania.
El tribunal del estado de Schleswig-Holstein, donde está encarcelado el líder independentista desde hace unos diez días, decidió seguir examinando la petición de extradición de España, pero rechazó la principal acusación que aparece en la orden de detención europea recientemente reactivada por Madrid.
Así, la corte alemana considera que los hechos de «rebelión» de los que se acusa a Puigdemont por la organización del referéndum sobre la independencia de Cataluña en octubre no pueden mantenerse en virtud del derecho alemán, pues eso implicaría que Puigdemont fuera directamente responsable de hechos de violencia.
El tribunal «considera que una extradición por motivo de rebelión no es admisible», indicó en un comunicado.
Solamente el delito de malversación de fondos públicos, que supuestamente habrían sido destinados a organizar el referéndum ilegal de independencia, puede ser retenido para una posible entrega a España, explicó el comunicado judicial.
Fianza
La jurisdicción consideró que esos cargos son demasiado débiles como para justificar su mantenimiento en detención, por lo que ordenó la puesta en libertad de Puigdemont bajo control judicial, bajo fianza de 75.000 euros.
El tribunal solicitó a la justicia española que le proporcione más elementos para llevar a cabo un examen más detallado de la solicitud de extradición por malversación de fondos.
El gobierno español reaccionó asegurando que «respeta siempre» las decisiones judiciales, «cuando le gustan y cuando no».
Según fuentes de la cárcel en la que se encuentra el líder independentista catalán, Puigdemont no será puesto en libertad antes del viernes durante la jornada. Después tendrá prohibido abandonar Alemania, a la espera de una decisión final sobre su caso, y deberá presentarse una vez por semana en una comisaría.
Con esta decisión judicial, «la acusación escandalosa de rebelión queda descartada», celebraron en un comunicado sus abogados alemanes.
La sentencia supone además un revés para la fiscalía alemana, que había pedido el martes el mantenimiento en detención de Puigdemont y había reconocido la validez en derecho alemán tanto de la acusación de «rebelión» como de la de «malversación de fondos».
Alta traición
La fiscalía consideraba que el hecho de haber organizado el referéndum de independencia a pesar del riesgo probado de que se produjeran escenas de violencia se aproximaba al cargo de «alta traición» inscrito en el código penal alemán, por lo que permitía extraditarlo por rebelión.
Pero la decisión del tribunal alemán es un revés sobre todo para las autoridades españolas. Si Alemania entrega a Puigdemont a España por malversación de fondos, se caerá la principal acusación de Madrid y, en virtud de la legislación europea, no podrá ser juzgado por rebelión en España.
La justicia española lo acusa de «malversación de fondos» públicos por haber organizado el referéndum considerado ilegal por Madrid, cuyo coste se calcula en 1,6 millones de euros, pero sobre todo por «rebelión», tras la declaración de independencia por el Parlamento catalán el 27 de octubre.
Para evitar su entrega a España por esta acusación, pasible con hasta 30 años de prisión, Puigdemont había presentado un recurso el lunes en España contra su acusación de «rebelión», subrayando la ausencia de violencia en sus actos.
El expresidente catalán, destituido por el gobierno central español tras la declaración de independencia de Cataluña, fue detenido el 25 de marzo en el norte de Alemania, cuando regresaba en coche de Finlandia a Bélgica, donde se instaló para escapar a la justicia española.
Con su marcha al extranjero, Puigdemont y otros seis líderes independentistas escaparon a la justicia española e intentaron «internacionalizar» su causa al implicar a otros países europeos.
Nueve independentistas están actualmente en detención provisional en España, entre ellos seis miembros de su Ejecutivo y a la expresidenta del parlamento catalán.