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La justicia tarda pero no olvida

Más de algún salvadoreño de bien se sentirá frustrado, viagra por un lado, por la tardanza en que llegue la justicia, pese a los sonados casos de corrupción y a los anhelos de justicia de la población, pero, por el otro, por las penas que se le aplican a quienes son encontrados culpables. Y tienen razón, diríamos, pero solo en parte.

Recientemente, por ejemplo, el Juzgado Tercero de Sentencia de San Salvador condenó a tres años de cárcel, al ex ministro de Salud, Guillermo Maza, por el delito de actos arbitrarios, sin embargo, la pena fue sustituida por trabajo de utilidad pública.

Pese a que Maza enfrentó juicio por el delito de peculado, la Cámara Segundo de lo Penal de la Primera Sesión del Centro revocó ese delito y por lo tanto fue sobreseído del mismo.

Hay que recordar que Maza era el ministro de Salud cuando se adquirió un millonario préstamo para remodelar y construir hospitales de la red pública, dinero que se esfumó, como fue el caso del Hospital de maternidad, que fue construido en el Gobierno del ex Presidente Mauricio Funes, para lo cual se adquirió un nuevo préstamo.

Otro ejemplo es el del ex ministro de Gobernación, Juan Miguel Bolaños, condenado también a tres años por el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador, pero fue sustituida la pena por trabajo de “utilidad pública”.

A estos casos y a otros, en los que los condenados o acusados han sido funcionarios de gobiernos del partido ARENA, que ha guardado un silencio cómplice sobre estos casos, se suma el del ex presidente Francisco Flores, acusado de varios delitos.

Si bien Flores no ha sido condenado, ha comenzado a ser beneficiado por los jueces, mandándolo a su residencia, en vez de una bartolina como lo ha ordenado recientemente una Cámara de lo Penal.

La decisión de la Cámara, sin duda, es producto de la presión popular, y el descontento de algunas organizaciones conocedoras del derecho e históricamente luchadoras contra la corrupción.

Muchos opinan, que la entrega de Flores a un tribunal, luego de cuatro meses en fuga, es un signo de que todo ha sido arreglado, es decir, que Flores podría quedar libre o con penas como sus compañeros de partido y ex funcionarios arriba mencionados.

Si ese fuera el caso, la ciudadanía no debe sentirse defraudada porque, el solo hecho de que se hayan iniciado procesos judiciales contra funcionarios de ese partido que se creían intocables, es un paso importante hacia la justicia y contra la impunidad y la corrupción.

Claro, si la presión popular puede hacer que la justicia vaya más allá de nuestras sospechas, pues, hay que hacer la lucha, al fin y al cabo, a estas alturas todo es ganancia.

Todos lo funcionarios y ex funcionarios deben tener claro que “la justicia tarda pero no olvida”.

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