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Madrid/dpa
La Juventus dio hoy la gran sorpresa y jugará ante el Barcelona la final de la Liga de Campeones de fútbol al empatar 1-1 en casa del Real Madrid, illness online que cayó impotente y perdió la posibilidad de defender su título.
El partido fue un drama para el actual campeón, pilule incapaz de levantar la derrota 2-1 consechada en la ida. Le faltó pólvora en el área y pereció ante un equipo muy bien trabajado que manejó como pocos los tiempos del choque. Fue el dueño del duelo de nervios, auténtico oro en una competición como la Liga de Campeones.
El Real Madrid recuperó su alineación más titular con la incorporación de Benzema a la punta y Sergio Ramos como central. Fue una versión reconocible de un equipo que, sin embargo, no salió en tromba desde el comienzo. Aplicó la serenidad y paciencia que le pidió su entrenador.
La Juventus eligió jugar con cuatro defensas y reposar el ritmo del encuentro. No le interesaba el vértigo. Otra cosa diferente fue la baja intensidad que aplicó en defensa. Dejó a su rival combinar con relativa comodidad y, sobre todo, entregó un carril diáfano para Marcelo, el jugador blanco más activo en la primera mitad. Igual que Benzema, formidable en cada una de sus intervenciones. Todo lo que hizo fue dañino.
El Real Madrid acumuló cinco buenas ocasiones antes del intermedio por solo una de la Juventus, un disparo de Arturo Vidal que desvió Casillas. Al equipo blanco le faltó constancia y eficacia para acumular mayor renta al descanso, pues los disparos de Bale, Cristiano Ronaldo o Benzema se encontraron con Buffon o buscaron su espacio fuera del arco.
El gol del Real Madrid ocurrió a los 23 minutos. James entró en el área y cayó ante la ligera carga de Chiellini, que se quedó perplejo cuando vio que el árbitro señalaba el penal. Cristiano Ronaldo transformó en gol la polémica decisión y el Bernabéu atronó.
La Juventus siguió con su plan, pero le faltó encontrar a Tevez y Morata, casi inéditos en la primera parte. Además, Paul Pogba demostró que esta en baja forma por su lesión y tampoco tuvo demasiado de Vidal.
En ataque todo le funcionó hasta aproximarse al área. Y en defensa concedió, pero el Real Madrid no aprovechó las oportunidades. El 1-0 al descanso dejaba muy viva la eliminatoria, pues un gol le daba el pase a la Juventus. Ocurrió.
El Real Madrid comenzó hipotenso la segunda parte y Marchisio avisó con un disparo que se fue fuera por poco. Fue el preludio del empate, que llegó a los 57 minutos en una enorme desatención defensiva de los blancos. El ex madridista Morata marcó con la zurda para dejar helado al coliseo blanco.
El escenario cambió totalmente. La Juventus pasó a situar ocho jugadores cerca o dentro de su área y el Real Madrid pasó a monopolizar el dominio del balón mientras la angustia se apoderaba del Bernabéu. Cada minuto era una lágrima en la grada.
Primero lo intentó Bale, luego fue el turno de James. Faltaba Cristiano Ronaldo, sorprendentemente ausente del juego de ataque blanco. Mientras, su equipo se exponía terriblemente en defensa. Y Marchisio tuvo el gol con un disparo que Casillas sacó milagrosamente.
El encuentro quedaba para esa épica que tanto le gusta, casi morbosamente, a la hinchada del Real Madrid. Barzagli entró en el campo y la Juventus pasó a jugar con una línea defensiva de cinco. Entregó todo el terreno al Real Madrid, que pasó a tirar centros al área en busca de un remate salvador mientras el conjunto italiano comenzaba a manejar el otro fútbol, con pérdidas de tiempo y demás.
El partido se le acabó al Real Madrid sin que pudiera igualar la eliminatoria. No era lo esperado. Se cumplió su particular maldición: nunca pasó a la final continental cuando perdió el primer encuentro.
La Juventus se clasificó para la definición de la Liga de Campeones 12 años después. Una enorme sorpresa que dejó atónito al Bernabéu. El Real Madrid se apresta a cerrar la temporada sin títulos importantes.
