Isaac Bigio
Las presidenciales del Perú tienen muchos paralelos con las de Austria, sovaldi algo que es necesario que se difunda mucho.
Austria tuvo su primera vuelta dos semanas después que el Perú y su vuelta final dos semanas que la nuestra.
Los resultados de la jornada inicial fueron parecidos. En la primera vuelta de Austria y Perú en ganaron ampliamente una candidatura cuarentona de ultraderecha y el segundo puesto fue para un economista setentón.
En Perú Keiko Fujimori, la ex primera dama de la dictadura, obtuvo 32.7% de los votos emitidos aventajando por 15 puntos de más a su rival PPK. En Austria Norbert Hofer, el líder de un partido fundado 60 años atrás por ex nazis, obtuvo alrededor del 35% de los votos emitidos, 14 puntos más que su adversario Alexander van der Bellen.
La victoria de la ultraderecha en la primera vuelta de Austria fue más fuerte que en Perú. Allí obtuvo más de dos puntos y también ganó en todas las regiones del país (salvo la metrópolis capitalina), en cambio Keiko obtuvo menos de 2 puntos que Norbert y perdió en el Sur y en Cajamarca.
Hofer, a su vez, tenía dos ventajas más sobre Keiko. Su partido se llama liberal (FPO) y había ido renovando su imagen hasta desmarcarse del nazismo y haber ingresado a varios gobiernos nacionales. Ya no es percibido como una fuerza que restaure una dictadura.
Algo que le favorecía mucho es la situación de los inmigrantes. Debido al éxodo de gente que escapa de las guerras de Siria, Libia, Afganistán y otros países y que fluyen en masa a Europa, Austria se ha convertido en un lugar de tránsito desde el oriente y sur hacia Alemania. Norbert cabalgaba sobre el temor que hay en muchos austriacos en que tantos inmigrantes dispuestos a trabajar con bajos salarios y condiciones de vida les quitasen los empleos o presionen para que sus sueldos disminuyan, así como que se pierda la identidad cultural nacional. Su prédica contra la inmigración y contra el Islam, al que presentaba como un credo totalitario y anti-mujer, le dio mucha popularidad.
En Austria, a diferencia del Perú, hay un gran Partido Popular socialcristiano y de derecha, el cual varias veces ha cogobernado con el FPO de Norbert y que no gustaba de Alexander quien es un verde.
Las encuestas de las dos semanas antes de los comicios finales austriacas daban al ultraderechista Hofer una ventaja de 5 a 6 puntos. Al día siguiente que se dieron estas elecciones y cuando se habían contabilizados un 90% de las actas, Hofer iba ganando con 4 puntos de diferencia, pero al final la extrema derecha perdió por 0.7%.
En Perú también la extrema derecha viene aventajando en los sondeos por 4 a 5 puntos.
No obstante hay 4 diferencias:
1) Para una gran parte de los peruanos el fujimorismo sigue representando el autoritarismo.
2) En Perú no hay un chivo expiatorio como sí lo son los migrantes de otro credo que llegan en masa.
3) Mientras al fujimorismo no le apoya ningún partido, a su rival lo apoya gran parte del resto del espectro político.
4) Quien compitió (y ganó) la segunda vuelta en Austria era un centroizquierdista mientras que en Perú lo es un tecnócrata derechista.
Esto último es clave. La ventaja que tendría PPK es que puede aglutinar tras sí incluso a la mayor parte de la derecha política, económica y social, siendo, además la fuerza más votada en los barrios más ricos.
Empero, su desventaja es que su programa es similar al del fujimorismo, por lo que no despierta mayor entusiasmo en la población. Mientras en Austria Alexander nunca transó con la ultraderecha y podía alertar sobre los riesgos que ésta representa, en Perú PPK acudió al mitin de cierre de campaña de Keiko en el 2011 para alabar a ella como honesta y a su padre como el hombre que acabó con el terrorismo y la hiperinflación. Otra diferencia con Austria es que Alexander nunca gobernará con la ultraderecha mientras que PPK dijo en las pasadas presidenciales que él iba a colaborar con un gobierno de Keiko ante masas que coreaban que él iba a ser su ministro; y, lo más probable, es que él cogobierne con el fujimorismo (sea que gane o pierda el 5 de junio).
Aún hay un sector clave en Perú que no ha definido su voto y no sería una sorpresa si éste a última hora este mimo revierta las encuestas, como pasó en Austria, y cierre el paso a la extrema derecha.