Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
“Porque me decía un pobrecito una frase que no se les va a olvidar a ustedes, malady como no se me olvida a mi: “Es que la ley, patient Monseñor, es como la culebra, sólo pica a los que andamos descalzos”. (Monseñor Oscar Arnulfo Romero, homilía del 20 de agosto de 1978).
Cuanta razón tenía y tiene Monseñor, encarnado en esa frase campesina, de que la ley se le aplica solo a los pobres, a los que no tienen ni poder económico ni poder político, como quedó demostrado el viernes anterior, en el caso del ex presidente de la República Francisco Flores.
Y es que Flores, quien huyó de la justicia por espacio de cuatro meses, se presentó ante un juez, y solo por haberse presentado, el juez le dictamina una medida cautelar, en vez de enviarlo a prisión, ya que, no se descarta que, de no ser un juicio arreglado se escape de la justicia.
Hay antecedentes del ex funcionario del partido ARENA que, por tener medidas cautelares, escaparon de la justicia, luego que fueran advertidos de su inminente condena.
En el caso del ex presidente Flores, con sus cuatro meses de fuga, ha quedado demostrado que tiene la habilidad y los cómplices necesarios para burlarse de la justicia cuando así lo desee.
Que el juez decidiera enviar a Flores a su casa, en vez de una bartolina como fue el caso del Padre Toño, o las jóvenes capturadas porque un delator (posiblemente un presentador de televisión cliente) las haya señalado de ser las responsables de la banda de trata de personas, es una burla al pueblo salvadoreño que se siente ofendido por el ex mandatario.
La acción del señor juez hace pensar que la entrega de Flores, puede ser un caso arreglado durante los cuatro meses que evadió la justicia, para finalmente salir librado, y llevar a la cárcel, a lo mejor, a uno de sus cómplices.
Recordemos que el ex presidente Flores enfrenta tres cargos, por haber malversado fondos de la ayuda del pueblo y Gobierno de Taiwán para favorecer a diferentes sectores del país, incluyendo a los afectados del terremoto de 2001.
Es penoso que cuando el país avanza en muchos aspectos de nuestra democracia, tengamos que sufrir estos retrocesos significativos en el tema de la justicia.
Pero al pueblo le queda claro, que, como bien lo vaticinó Monseñor Romero: “…que no se les va a olvidar a ustedes, como no se me olvida a mi: “Es que la ley… es como la culebra, sólo pica a los que andamos descalzos”.
