Por Tony Gamal-Gabriel/El Cairo/AFP
Los países de la Liga Árabe expresaron este domingo en El Cairo su solidaridad con Arabia Saudita en la crisis diplomática que la opone a Irán y que amenaza con hacer fracasar los esfuerzos para resolver los conflictos en Oriente Medio, incluyendo la guerra en Siria.
Irán por su parte acusó a Arabia Saudita de intentar socavar las conversaciones de paz sobre el conflicto sirio, que en teoría deben comenzar a fines de enero, una acusación que Riad rechazó tajantemente.
Riad y Teherán, dos potencias implicadas en la guerra en Siria y en otros conflictos en la región, atraviesan una grave crisis diplomática desde que Arabia Saudita ejecutó a un clérigo chiita -figura de la oposición saudí- a comienzos de enero.
Su ejecución provocó manifestaciones y ataques contra las representaciones diplomáticas sauditas en Irán, tras lo cual Riad decidió romper relaciones con Teherán.
Los ministros de Exteriores de los países de la Liga Árabe, que se dieron cita el domingo en El Cairo para una reunión de urgencia solicitada por Riad, expresaron su «solidaridad total» con Arabia Saudita ante a los «actos hostiles y provocaciones de Irán».
La organización panárabe condenó «las declaraciones hostiles de Irán» contra Arabia Saudita, en reacción al «cumplimiento de decisiones de justicia que conciernen a un grupo de terroristas».
El clérigo chiita Nimr al Nimr fue ejecutado junto a otras 46 personas por «terrorismo».
La Liga Áraba calificó además a las declaraciones de Irán, una potencia chiita, de «injerencia» en los «asuntos internos del reino» saudita sunita.
Arabia Saudita recibió además el sábado el apoyo del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que amenazó a Irán con «tomar medidas» si continúa con sus «agresiones».
‘Influenciar negativamente’ las negociaciones
Y, en tanto los jefes de la diplomacia de los países árabes estaban reunidos en El Cairo, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán acusaba a Riad de utilizar la crisis diplomática para «crear tensiones» e «influenciar negativamente» las negociaciones sobre la guerra en Siria.
La ONU espera concretar a partir del 25 de enero en Ginebra negociaciones entre el régimen sirio de Bashar al Asad, que cuenta con el apoyo de Teherán, y los insurgentes, respaldados por Arabia Saudita.
«No permitiremos que las acciones sauditas tengan un impacto negativo en la resolución de la crisis siria», declaró el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en un comunicado.
Su homólogo saudita, desde El Cairo, respondió que su país «apoya plenamente» las negociaciones sobre el conflicto sirio.
«Creemos y apoyamos plenamente (el proceso), a pesar de nuestras diferencias con Irán», afirmó el ministro de Relaciones Exteriores saudita, Adel al Jubeir.
Por su parte, el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, de visita en Teherán, aseguró también que la crisis diplomática entre ambas potencias de la región no afectará a las negociaciones.
Arabia Saudita rompió relaciones diplomáticas con Irán el pasado 3 de enero. Baréin le siguió los pasos y también rompió relaciones con la República Islámica.
Emiratos Árabes Unidos decidió reducir las relaciones diplomáticas con Teherán mientras que Kuwait, Catar y las islas Comores llamaron a consultas a sus embajadores en Irán.
Irán, por su parte, acusó a la aviación saudita de haber bombardeado su embajada en Yemen. La coalición árabe, liderada por Arabia Saudita, rechazó esta acusación.
En El Cairo, el ministro de Exteriores saudí acusó a Irán de «interferir en los asuntos de los países árabes, para fomentar las tensiones sectarias y desestabilizar su seguridad y estabilidad.»