Río de Janeiro/dpa
Llegaba como el gran favorito para el oro olímpico y el público de Río de Janeiro parecía querer llevarlo en volandas hasta la final, pero el tenista serbio Novak Djokovic tendrá que esperar otros cuatro años para volver a luchar por el único gran trofeo que le falta.
En Pekín 2008 dejó la pista llorando tras perder con el español Rafael Nadal en semifinales -después tuvo el consuelo del bronce- y en Londres 2012 cortó sus raquetas con una sierra después de caer en el partido por el bronce ante Juan Martín del Potro.
El domingo en Río volvió a ser el argentino su verdugo, esta vez en la primera ronda.
Terceros Juegos Olímpicos y tercera decepción para Djokovic, número uno del mundo pero que llegará con 33 años a Tokio 2020.
Del Potro, renacido tras una larga lesión, fulminó a “Nole” con una derecha despiadada, mientras rugía la pista central del coloso de tenis, casi como en un partido de fútbol, dividida entre una numerosa hinchada argentina y el estruendo de los fans brasileños, la mayoría, volcados con Djokovic.
“No sé ni cómo decir lo que siento”, explicó luego el serbio, cuando ya había derramado lágrimas de emoción al dejar la pista ovacionado por el público carioca.
“Ese tipo de atmósfera sólo la he sentido pocas veces en mi vida”, aseguró “Nole”, cautivado por los fans de ese “Maracaná del tenis” y pese a haber vivido él su propio “maracanazo”. “Me sentía como si fuera brasileño. Les agradezco con todo mi corazón”, agregó.
“Me daban fuerza. Fue una experiencia maravillosa”, agradeció también tras las dos horas y media de una exhibición que se llevó “Delpo” por un ajustado 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2).
Y aunque aún podrá luchar por el oro en dobles, para Djokovic Río 2016 ya es una decepción por no haber podido consagrarse con la medalla dorada en singles.
Lo tiene todo en su palmarés: 12 Grand Slam, 66 títulos en total, victorias épicas ante algunos de los más grandes de la historia y recientemente cerró el “career Grand Slam” al conquistar Roland Garros, el único grande que le faltaba.
El lugar que tenía reservado para el oro olímpico en individuales seguirá vacío al menos cuatro años más.
“En la vida todo se puede conseguir”, decía el número uno aún a finales de mayo tras ganar por primera vez en Roland Garros y ya apuntando a Río 2016 y a la medalla dorada.
Hace cuatro años, Djokovic quedó cuarto en Londres 2012 tras caer ante el mismo rival que en Brasil, un “Delpo” en plenitud de forma entonces. En Pekín 2008 “Nole” sí había tenido el consuelo del bronce después de caer en semifinales ante Rafael Nadal, en la época en la que el español y el suizo Roger Federer dominaban el circuito.
Pero esta vez el indiscutido dominador del circuito llegaba a Río como claro favorito por delante del británico Andy Murray, número dos y ganador en Wimbledon este año. “Probablemente sería uno de los puntos más altos, si no el más alto, de los logros que podría tener en mi carrera”, aseguró Djokovic aún al llegar a Brasil a la caza del oro individual.
La maldición olímpica de “Nole”, por ahora, continuará al menos hasta Tokio 2020. “Sé lo importante que era para él este evento, lo que buscaba la medalla dorada”, lamentó el domingo Del Potro tras derrotar a su amigo. El tenista de Belgrado tendrá al menos la oportunidad de buscar el oro olímpico en dobles. Hoy buscará la tercera ronda junto con Nenad Zimonjic ante los brasileños Marcelo Melo y Bruno Soares. Aunque es posible “Nole” sea entonces un poco menos local en el templo carioca del tenis en Barra da Tijuca.