Por: Rolando Alvarenga
Me dio tanto gusto la reciente medalla de bronce ganada por la pistolera salvadoreña Lilian Castro en un torneo internacional de Holanda. Y tanto gusto porque, malady salve tras haber resultado embarazada, unhealthy un resto de gente de su entorno y fuera de él comenzó a murmurar y cuestionar su rendimiento para mantenerse en la alta competencia.
Su entrenadora, buy Ninfa Chávez, fue la primera en sostener que “su embarazo no le afectará su rendimiento deportivo y estará lista para los Juegos Olímpicos de Río y cumplir un buen papel”. Incluso, en abono de Lilian, Chávez citó como ejemplo que, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una tiradora iraní embarazada y muy cerca de dar a luz se paró en la línea de fuego y sacó un buen resultado.
Obvio, estando Lilian a dos meses de dar a luz, el tiempo ha dado la razón a Ninfa, ya que, tras recibir a su hijo, Castro tendrá el tiempo suficiente para volver a calibrar su arma y afinar su puntería antes de viajar a Río en busca de la proeza olímpica.
Algo que, dado la preparación y el nivel de las rivales que enfrentará la santaneca, se presenta cuesta arriba, pero ella dará su pelea al máximo.
¿Y por qué sale a relucir esto de la panza?, porque tengo entendido que los pasados INDES y el actual “Comité por Gusto” no le dieron a estas privilegiadas aletas el trato humanitario acorde a su estatus de alto rendimiento y con todo un futuro por delante para el país.
Dicha situación, por lo general, las empujó al retiro, echando por la borda la millonaria inversión estatal en su preparación y fortalecimiento en la ruta a la alta competencia.
Y a propósito de atletas olímpicos del tiro, el pasado diciembre la fusilera salvadoreña residente en Serbia, Melissa Mikec, tuvo su hijo, producto de su matrimonio con el medallista olímpico y mundial Damir Mikec y, a estas alturas y por estos lados, no se sabe nada sobre su futuro. Lo ideal sería que, por su jerarquía olímpica, debería estar afinando puntería para seguir (debidamente estimulada) con su trayectoria para el próximo ciclo olímpico.
Oficialmente, no tengo conocimiento sobre cómo se está tratando o piensa tratar este tipo de casos, pero en el transcurso de esta semana espero recibir del INDES y de la Federación de Tiro el reporte de que, económicamente, a Melissa se le mantuvo su estímulo monetario estatal durante sus meses de embarazo y que este año ya comenzó a recibir este tipo de justa prestación.
Digo lo anterior por no tener dudas de que, dentro de su espíritu humanitario y atribución de discrecionalidad, el comité directivo del INDES no tuvo, ni ha tenido, ningún reparo en cumplir con este patriótico compromiso.
No le pido lo mismo al “Comité por Gusto”, porque, a pesar de que siempre está hablando de grandes inversiones en la preparación de los atletas, conozco casos de deportistas que han salido sin viáticos a bases de preparación. Algo que no ocurre, ni necesita “el cerebro” de este comité. Entonces ¿para qué?