Óscar sánchez
Investigador académico [email protected]
Antes de darle forma o estructura a estos apuntes quiero hacer remembranza que el pasado siete de septiembre del año recién pasado escribí en este suplemento sabatino el ensayo denominado “Allende: Pionero de la medicina social”. Considero que este texto corresponde a la continuación de ese escrito que se hizo con el afán y el fin de conmemorar los 40 años de uno de los pioneros de la medicina social latinoamericana.
Tratar de reconstruir el rompecabezas sobre el desarrollo de la medicina social en América Latina sería muy complicado, nurse pero al mismo tiempo muy apasionante y alentador teniendo a la mano a algunos/as de las informantes claves, check como lo son la actual Ministra de Salud, Dra. María Isabel Rodríguez, y al Viceministro de esa misma cartera de Estado: el Dr. Eduardo Antonio Espinoza. Ello conlleva enmarcar las circunstancias en que se ha dado el pensamiento de la medicina social, así como también las circunstancias que se han olvidado.
Haciendo una rememoración de ese texto, comentábamos o hacíamos alusión que es a Juan César García a quien se le considera, entre tantos fundadores y precursores, como padre de la medicina social. La medicina social, según García, puede ser repensada como una práctica de la medicina y de las ciencias sociales que se ocupa de la salud y de la enfermedad en relación con la vida grupal.
Corresponde a una línea de pensamiento, a una posición ética y política dentro de los profesionales de las ciencias de la salud. Se interesa por la salud de la gente en relación a su comportamiento en grupos sociales y como tal se ocupa del cuidado del paciente individual como miembro de una familia y de otros grupos significativos en su vida diaria. También se ocupa de la salud de estos grupos como tales y de toda la comunidad como comunidad.
Enmarcar alguna de las circunstancias en que se ha dado el pensamiento de la medicina social implica hacer referencia al contexto en que ésta se ha dado. Significa lo anterior retomar escuelas o corrientes de pensamiento que ha tenido o marcado el desarrollo en su devenir, entre ellas tenemos el modelo de Abraham Flexner y su modelo Flexneriano. Abraham Flexner fue un reconocido pedagogo norteamericano que en 1910 publicó un informe sobre la educación médica Norteamericana con el que se iniciaron cambios radicales en ese país y posteriormente en la educación médica latinoamericana.
El pensamiento Flexneriano tuvo mucha influencia en salud pública El Salvador. Su modelo de caracterizó por reformar los estudios médicos (calidad de enseñanza enmarcado en estudios médicos) y en el desarrollo de disciplinas clínicas; no se hablaba de salud pública sino de salud preventiva, la salud pública estaba orientado a la medicina clínica.
La medicina social reaparece en Inglaterra en los años 40 del siglo XX. El término de medicina social no penetra en Estados Unidos, el adjetivo social lo relacionaban con socialismo, por lo tanto hacen uso de medicina preventiva.
Referido a escuelas de salud pública fue la Reforma Flexneriana la que creó figuras como el los pregrados y postgrados. En ese marco los y las salubristas del país fueron enviados a la Universidad Johns Hopkins (no Columbia ni Yale porque Hopkins disponía de Hospital Universitario propio); la formación académica tenía y contenía una visión biologicista y no social.
La visión social precisamente inicia en los ´60s del siglo recién pasado (década de los movimientos estudiantiles) con algunos movimientos estudiantiles como los de Punta del Este (Uruguay) conocidas como luchas por el cupo (1967); el movimiento de mayo francés o mayo del 68 (protestas fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierdas contrarios a la sociedad de consumo a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales, los sindicatos y el Partido Comunista Francés) y el movimiento mexicano de 1968(Tlatelolco).
Estas nuevas visiones de sectores sociales inciden en los campos de salud y educación. Los planteamientos de ese entonces radican en la importancia de lo social en la medicina y no precisamente la medicina social.
Por todo lo anterior cada vez es más que contundente el argumento que el origen de la medicina social fue en los ´60s del siglo XX con Juan César García y no en 1902 con Rudolf Virchow (médico alemán, político, destacado luchador social, uno de los patólogos más brillantes del siglo XIX, conocido como padre de la teoría celular y de la medicina social). Lo anterior no pretende deslegitimar los aportes de Virchow en cuanto al campo de la medicina social se refiere, a él se le reconoce la introducción de un importante eje de discusión en el panorama médico científico del siglo decimonónico al considerar la estructura política y social como origen principal de las enfermedades. Dicho en otras palabras el proceso salud enfermedad está relacionada con problemas sociales.
Al igual que las revoluciones, el concepto de medicina social surge simultáneamente en 1848 en varios países europeos. Salomón Neumann y Rudolf Virchow hablan de medicina social en Alemania; Jules Guérin en Francia; William Farr en Inglaterra; y, Francesco Puccionotti en Italia.
Los años ´70s del siglo pasado son considerados ricos en producción científica resultado de los movimientos sociales como el de Tlatelolco y otros. La creación de nuevas universidades son generadoras de crisis y con ella nuevas ideas, nuevos caminos. Hay una mayor contribución de los postgrados en medicina social. Dos grandes núcleos de postgrados se consideran los de Xochimilco (México) y Guanabara, Río de Janeiro (Brasil). La mística de sus
Maestros/as no ha sido simplemente ser dictadores de conocimiento, sino más bien generadores del mismo.
A pesar que las Ciencias Sociales que se han enseñado han tenido una fuerte influencia positivista (aplicar métodos y casos de las ciencias naturales a las ciencias sociales) se ha tenido claridad que el pensamiento positivista es bueno cuando el fin es producir ideas, lo malo es cuando sirve para justificar un modelo injusto e inhumano. La Organización Panamericana de la Salud –OPS- jugó un papel sustancial difundiendo este pensamiento a través de seminarios, reuniones y otros espacios de reflexión y análisis. Es importante hacer ver que en los ´50s del siglo recién pasado la OPS se inclinó por la enseñanza médica preventiva y social.
Ya anteriormente comentábamos que Juan César García ha sido considerado uno de los impulsadores de la medicina social latinoamericana y miembro fundador, en 1984, de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social – ALAMES-. Son también considerados pioneros de la medicina social: Miguel Márquez, Edmundo Granda, María Isabel Rodríguez, Sergio Arouca, Juan Samaja, Nila Heredia, entre otros/as.
En cuanto a ALAMES (www.alames.org) podemos decir que surgió hace 30 años producto de la confluencia del pensamiento crítico en salud y las luchas de los pueblos latinoamericanos en defensa de su salud. Varios núcleos ubicados en universidades, organizaciones sociales o trabajando en los sistemas de salud forman esta Asociación con el objetivo de unir esfuerzos por alcanzar el pleno derecho humano a la salud, la defensa de lo público y la universalidad.
ALAMES, entonces es una organización política, que asume y expresa el pensamiento de la Medicina Social y confronta el pensamiento hegemónico en salud y la sociedad. Se creó en el Tercer Congreso Latinoamericano de Medicina Social (Brasil 1984).
La filosofía de ALAMES confronta el modelo médico hegemónico, biologicista, medicalizado y centrado en la enfermedad, y ahora mercantilista, individualista, excluyente y generador de inequidades. Es internacionalista, apoya las luchas de todos los pueblos del mundo por libertad, democracia y justicia social.
ALAMES cuenta con organización a nivel nacional en muchos de los países de América Latina. En El Salvador la representación por país y red temática (género, interculturalidad, salud mental, fuerza laboral, políticas y sistemas de salud, estudiantes, entre otras) la integra el Movimiento de Profesionales de la Salud “Dr. Salvador Allende” (www.movimientoallendista.org).
En el marco del XIII Congreso de Medicina Social a desarrollarse en nuestro país a finales del presente año y como parte de los actos preparativos de este magno evento, ALAMES tiene preparado desarrollar el 20 y 21 de enero de 2014 un coloquio preparatorio denominado: «Situación de la Reforma de Salud: Ofensiva neoliberal y experiencias alternativas en América Latina». La cita para participar en esta actividad es de 08:00 a las 17:00 horas en el Cine Teatro de la Universidad de El Salvador –UES- con la participación de connotados invitados nacionales e internacionales.
¡Están todos y todas invitados!