Por Leonel Herrera*
Este sábado 23 de noviembre se realizará, en San Salvador, la “Segunda Marcha Blanca”. Dicha movilización ciudadana es la mejor respuesta a las cobardes represalias del régimen de Nayib Bukele y sus hermanos.
La actividad ha sido organizada por el Movimiento por la Defensa de los Derechos de la Clase Trabajadora, integrado por sindicatos y asociaciones de trabajadores y trabajadoras de salud y educación.
A la convocatoria se han sumado el Foro Nacional de Salud, el Colegio Médico, el Movimiento de Trabajadores Despedidos (MTD), las Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA), la Comunidad Santa Marta, el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRRP) y otras organizaciones populares.
El pasado 19 de octubre se realizó la “Primera Marcha Blanca”, emulando a las históricas marchas blancas que derrotaron el intento gubernamental de privatizar la salud en los años 2001 y 2002, durante el gobierno del arenero Francisco Flores.
La actividad se realizó a pesar del boicot del gobierno de los Bukele y de los dirigentes sindicales que a última hora violaron los acuerdos tomados en la mesa de unidad sindical, traicionaron la causa social y pactaron con la delegada presidencial.
Furioso por la movilización, el régimen bukeliano inició una ofensiva de represalias contra quienes participaron en ella. Al momento de escribir esta columna van casi un centenar de sindicalistas de Salud, Educación y de otros ministerios despedidos en forma arbitraria, abusiva e ilegal, dejándolos sin empleo, sin indemnización y sin pensión.
Entre las represalias gubernamentales más vergonzosas y sádicas está el despido de la maestra Idalia Zúniga y el despido, acoso, persecución y encarcelamiento de la enfermera Jackeline Cristina González.
Por eso, la mejor respuesta a las represalias y persecución estatal es la realización de la “Segunda Marcha Blanca”. Ojalá que todas las organizaciones del movimiento social pierdan el miedo y se incorporen a la movilización.
Además de demandar respeto a los derechos laborales y un mayor presupuesto para salud y educación, los organizadores han incorporado el cumplimiento del derecho al agua, mantener la prohibición de la minería metálica y los derechos del sector de ex combatientes y veteranos de guerra,
Asimismo, incorporan la libertad inmediata de los luchadores sociales y demás personas inocentes detenidas en el “régimen de excepción”, la soberanía alimentaria, la no violencia contra la mujer y otras demandas sentidas la población.
Nos vemos en la “Segunda Marcha Blanca”.
*Periodista y activista social.