Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El sociólogo Walter Fagoaga manifestó que la minería es un negocio eminentemente temerario, que los lugares donde estuvieron las minas, y sacaron oro en vastedad no dejó ningún desarrollo, no hay una escuela ni hospital digno, las condiciones de pobreza de la gente siguen siendo las mismas.
“Esas zonas no se desarrollaron nunca, pero si dejaron ríos secos, contaminados, dejaron cauces de ríos desviados, enfermedades, explotación, la zona oriental es la más pobre del país, y donde está el mayor flujo de migrantes”, sostuvo durante el espacio Encuentro con Julio Villagrán.
Asimismo, agregó que Cabañas es de las zonas más pobres del país, ha sido castigada históricamente por guerras, conflictos y hoy puede volver a ser conflictiva al abolir la ley que prohíbe la minería metálica. Manifestó que en el plantel Potosi, San Miguel, se sacó toneladas de oro, abajo había un río contaminado con mercurio cuya agua no servía ni para los animales, la gente se opone porque la minería ya anteriormente causó un gran daño al país.
Manipualción de las masas
El sociólogo Walter Fagoaga manifestó que la alienación es la desatención de la realidad para crear una falsa conciencia del mundo, la manipulación es el instrumento utilizado por cualquier político de turno, con el objetivo de mover a las masas, el mundo se manipula porque la gente no tiene lógica, y aparece la disonancia cognitiva donde la realidad indica una cosa, pero la mente refleja otra.
“Somos condicionados a una pedagogía de dominación, el oprimido va a ser el mismo oprimido siempre, sino se libera la gente y construye pensamiento crítico. Tenemos un político de turno, en el futuro habrá otro, el salvadoreño va a cambiar cuando entienda que no es un simple votante, sino un ciudadano”, expresó.
A criterio de Fagoaga, uno de los errores políticos estructurales de América Latina es el “mesianismo político”, se crea la idea de que alguien vendrá a liberar y rescatar a la población, por eso cuando alguien aparece con esos rasgos ya lo toman como líder, debido a que la gente no piensa como un sujeto político colectivo.
Dijo que el país está llegando a un nivel donde la exacerbación del odio rebasa los niveles, y la tolerancia no es posible, cuando realmente se debe buscar el pluralismo y el diálogo. El ciudadano debe ser el centro del Estado y tener la capacidad de ser crítico, autónomo, para poder tener ese potencial de increpar al poder, exigir sus derechos, pero también de comportarse de manera que pueda transformar la sociedad.