Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
La generación de ese mamotreto legal de parte del régimen, para negar a la población, la información sobre los manejos de recursos públicos solo promueve la especulación, los malos entendidos, y la corrupción desde el propio gobierno.
Promueve la corrupción porque ocultan del soberano, descaradamente los manejos del erario público.
Parece una redundancia, pero no lo es.
El régimen gobierna en primera instancia gracias al voto de confianza que en 2019 le diera la mayoría electoral, asumiendo desde entonces como administrador de la cosa pública.
Recordemos en este punto que casi desde el principio de su primera magistratura, quién entonces fungía como ejecutivo legítimo, manejó un discurso según el cual la estructura política que lo cercaba supuestamente le negaba los recursos para adelantar su programa de gobierno, que debemos acotar fue siempre tan secreto como todo en este desgobierno.
Ello derivó en aquel golpe al órgano judicial que quebrara el estado de derecho y nos impusiera un régimen ilegal, el cual se legitimó mediante el fraude que ejecutara y con precedentes solo en el martinato, del cual cómicamente se alega ganador, para continuar en la primera magistratura de modo ilegal hasta el presente.
Siendo ilegítimo, por supuesto los manejos que de la cosa pública hace son por extensión oscuros.
Consideremos para entenderlo que durante su primera gestión, el régimen contrató deuda por 11 billones de dólares (11 seguido de 24 ceros), los cuales no están reflejados en infraestructura física de ningún tipo, para en cambio promover mediando pequeñas casas de créditos, sacadas de la manga, un masivo programa de endeudamiento entre los estratos menos calificados financieramente, lo que supone claramente un descarnado proceso de lavado de dineros a una escala sin precedentes en la historia del país.
Esto se ve reflejado en la nula confianza de ningún inversor, que, aunque el régimen haya reducido la criminalidad, no arriesgan sus dineros con ninguna inversión, y las que vemos concretarse, son las que quedaron ya concretadas desde la gestión anterior, y que el régimen presenta como logros propios.
Ante semejante turbio escenario, el FMI se niega a continuar financiando al régimen, pues claramente es incapaz de darle manejo a la cosa pública más allá del discurso vacío con el que nos atosiga.
Sumemos el que ya el régimen escaroleó – expresión del ámbito financiero referido a tocar fondo – todo a excepción de Caja Mutual de los maestros, y su par militar, lo que sumado a los reveses económicos que se le acumulan [con el bitcoin, por ejemplo, que resultó hasta ahora en una pérdida que ronda los $10, 000, 000, 000. 00 para el país, además de solo atraer fondos negros provenientes del narco], habiéndose comido en apenas un par de meses la reserva estratégica acumulada por los 2 anteriores gobiernos, esa negativa por dar cuentas de las finanzas públicas solo puede considerarse una confirmación de su pérdida en nuevos saquitos, ahora con la factura de NI.
Quizás no, pero sí, sin duda.