Si los grandes partidos son para las grandes estrellas, store ahí estuvo Lionel Messi para decidir el clásico del fútbol español con un hat-trick que también sirvió para salvar a su entrenador y compatriota Gerardo Martino.
El Barcelona ganó 4-3 al Real Madrid en el Santiago Bernbéu en un encuentro vibrante en el que Messi acaparó todos los focos: estuvo en todos los goles de su equipo.
Martino llegó al encuentro más exigido que nunca, viagra sale con el agua al cuello después de semanas de fuertes críticas y rumores sobre su futuro, treat casi todos ligados a un futuro muy lejos de Barcelona, y más concretamente a la selección argentina.
Hace tiempo que el entrenador del Barcelona no oculta la angustia que pasa en su actual destino. Se le ve incómodo en cada rueda de prensa y gesticula mucho en el banquillo. Y sigue siendo discutiendo.
Por ejemplo, durante toda la semana se dio por segura la alineación de Neymar en detrimento de Pedro y Alexis Sánchez -como ocurrió-, lo que provocó un aluvión de debates. Pero Messi se encargó de prestarle una mano amiga.
La respuesta de Messi fue imperial. Sólo tardó cuatro minutos en darle un gran pase a Neymar, que el brasileño desperdició. Y tres minutos después asistió a Andrés Iniesta para que el volante marcara con un extraordinario zurdazo. Más importante sería su contribución al borde del descanso. Su equipo perdía 2-1 y tenía la Liga española prácticamente perdida. Pero Messi irrumpió en el área blanca como un látigo y marcó un tanto que ofreció un enorme respiro a los azulgranas. Y a Martino.
Lo que vino después fue pura sangre fría. Messi marcó dos goles con sendos penales y volteó la ventaja que había cobrado el Real Madrid con otro penal anotado por Cristiano Ronaldo.
Fue un Messi letal, la misma versión que viene mostrando en el último mes y ya de camino al Mundial. Su hat-trick le sirvió para alcanzar los 21 goles en un clásico, una cifra que le sitúa en lo más alto por encima de Alfredo Di Stéfano.
Martino lo celebró con el puño en alto. Antes de empezar el encuentro y la segunda mitad posó su mano en el césped y se besó la boca. Pero más que eso, debió haber besado a Messi, quien acudió a su rescate.
Messi salvó a Martino y, de paso, a su equipo, que sigue agarrado -de nuevo- a la pelea por la Liga española. Está a un punto de Real Madrid y Atlético, el nuevo y sorprendente líder del torneo a nueve jornadas del final.
“La liga empezó de nuevo. Nos daban por muertos y nos hemos reinsertado en la lucha por el título”, celebró Martino.
No es difícil presagiar que Messi acaparará mañana todos los elogios de la prensa y, además, llegará la tregua para su técnico.
“Esto no refuerza al entrenador, refuerza al Barcelona. El Tata ha gestionado a este equipo muy bien. Ha entendido muy bien este partido. Tenemos una plantilla que nos permite hacer cambios y jugar de distinta forma”, aseguró el director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta.
Todo lo contrario vivirá Carlo Ancelotti, el técnico del Real Madrid, quien después de nadar en aguas tranquilas durante cuatro meses tendrá que ver cómo le recuerdan que perdió los dos partidos con el Barcelona en la Liga española y otro más ante el Atlético de Madrid, al que tampoco pudo superar esta temporada. En consecuencia, tiene el “average” perdido con ambos.
Basta un partido para cambiar tendencias y el “superclásico” lo hizo. Por cortesía de Messi.