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Madrid/dpa
El portugués Cristiano Ronaldo acabó hoy con los fantasmas europeos que perseguían al Real Madrid desde hacía más de una década con un «hat-trick» que elevó todavía más su figura en la Liga de Campeones.
La estrella del Real Madrid nunca había vivido una noche como la de hoy en el Santiago Bernabéu, que vibró al son del portugués para festejar su primera remontada en la Copa de Europa desde 2002.
El conjunto español derrotó 3-0 al Wolfsburgo e hizo inútil el sorprendente 2-0 con el que los alemanes dejaron contra las cuerdas al Real Madrid en el encuentro de ida.
«El martes será una noche perfecta, será mágica», anunció el domingo Cristiano Ronaldo, un jugador al que le persigue cierta fama de no estar a la altura de los partidos importantes.
Hoy enfrente no había un equipo de la categoría del Barcelona o del Bayern Múnich, pero el resultado de la ida convirtió el duelo del Bernabéu en el más trascendente de la temporada hasta el momento. Era prácticamente a vida o muerte. Gracias a Cristiano Ronaldo, el Real Madrid tendrá al menos dos encuentros todavía más importantes que el de hoy.
Un gol con la pierna derecha (16′) y otro de cabezazo en un córner (17′), dos fogonazos del portugués en un intervalo de un minuto y 23 segundos, igualaron la eliminatoria. Y fue él quien la decantó con un gol de falta en el 77′.
Cristiano Ronaldo lleva 16 goles en diez partidos en la actual Liga de Campeones, a un sólo uno del récord que él mismo estableció en 2014, cuando levantó su hasta ahora única Copa de Europa con el Real Madrid.
Pero ni esos registros parecen ser suficientes para el siempre obsesivo delantero luso de 31 años. Siempre quiere más, más goles, más récords. Con el 3-0 en el marcador seguía agitando los brazos y pidiendo más apoyo a la afición del Santiago Bernabéu, ansiosa de ver por fin una remontada de su equipo en su competición fetiche.
El Real Madrid llevaba desde el 10 de abril de 2002 sin remontar una eliminatoria de la Champions. Aquella noche el equipo blanco venció 2-0 al Bayern Múnich tras caer 2-1 en Alemania.
Cristiano Ronaldo era apenas un adolescente cuando Zinedine Zidane, ahora su entrenador, guió a aquel Real Madrid a las semifinales de una edición de la Liga de Campeones que acabaría en las vitrinas blancas.
El portugués por entonces tenía 17 años y aún no había alcanzado ni la primera división portuguesa. Después fichó por el Manchester United, donde explotó como futbolista total. Y en 2009 aterrizó en un atribulado Real Madrid que acumulaba años de frustraciones en Europa.
Desde su llegada, el conjunto blanco cuenta unos octavos de final y después, con la de ahora, seis semifinales consecutivas y un título. Y muchos, muchos goles del portugués.
