Por: Rolando Alvarenga
Sin que ningún representante del sector federaciones en el Comité Directivo del INDES se haya pronunciado, el presidente del instituto de los deportes no da marcha atrás en su indigerible terquedad de entregar a varios equipos de la Primera División los más de 400 mil dólares que la FESFUT declinó recibir desde el año pasado. Una privilegiada declinación que huele a gato encerrado.
Y es que Quezada sigue argumentado que la reorientación de estos fondos se hará bajo la figura de un Convenio Económico con varios equipos de la Primera División, ya que “el fútbol dinamiza la economía”.
Pero, ¿a qué dinamización se refiere Quezada?, si este fútbol, en sus diferentes categorías, se caracteriza por su fama y desprestigio de no tener al día un alto porcentaje de sus planillas.
Además, mientras un resto de federaciones están necesitando un incremento presupuestario para su preparación en ruta a los Juegos Panamericanos Lima 2019, el fútbol de la Primera División recibe considerables cantidades de dinero en concepto de taquillas, patrocinios, plata de la bolsa de los dirigentes y alguna regalía por parte del canal que transmite sus juegos.
Por ello, lo correcto y justo es que la Comisión de Transición del nuevo gobierno y el que ya se va acuerden congelar esa plata o, de una vez, determinen que se reoriente a los presupuestos federativos de 2019, antes de que se firme un convenio en favor del fútbol y después resulte complejo querer dejarlo sin efecto.
Por último, ya es tiempo de que los tres representantes de las federaciones en el Comité Directivo del INDES dejen de conformarse con estar bien con sus federaciones y luchen por mejoras económicas para las federaciones que los eligieron.