Ginebra / AFP
Agnès Pedrero
La OMC pidió este martes resolver urgentemente las tensiones comerciales en el mundo y rebajó sus previsiones de crecimiento del comercio mundial de mercancías para 2019, mientras sigue la disputa entre Estados Unidos y China.
Según los economistas de la OMC, el crecimiento del volumen de intercambio de mercancías debería caer al 2,6% en 2019, frente al 3,0% en 2018.
Estas cifras son inferiores a las previsiones más recientes de la OMC en septiembre pasado, que apostaban por un crecimiento del 3,7% en 2019 y del 3,9% en 2018.
«Si las tensiones comerciales continúan aumentando, podría haber un efecto de estancamiento todavía más importante para la economía», dijo el director de la OMC, Roberto Azevedo, en una rueda de prensa.
La OMC no logra cuantificar los efectos de las tensiones comerciales sobre los intercambios pero la organización considera que se trata del «principal riesgo» para las previsiones.
En cuanto al Brexit, sus efectos dependerán de la naturaleza del acuerdo al que podría llegar el Reino Unido y la Unión Europea. Pero la OMC considera que deberían «sobre todo» limitarse a esas dos economías».
En 2020, el crecimiento de los intercambios internacionales debería alcanzar el 3%, «a condición de que se tranquilicen las tensiones comerciales», advierte la OMD:
«Es urgente resolver las tensiones y concentrarse en la puesta en marcha de una vía positiva sobre el comercio mundial que responda a los auténticos desafíos de la economía actual», dijo Azevedo.
A sus ojos, «el comercio no puede jugar totalmente su papel de motor del crecimiento si los niveles de incertidumbre son tan elevados».
El llamamiento de la OMC coincide con el intento de Estados Unidos y China de poner fin al conflicto comercial que empezó el año pasado, con millonarios aranceles impuestos por ambos países.
Azevedo indicó que en caso de guerra comercial «el mundo entero sería perdedor porque habría un freno del crecimiento».
«Quizás habrá ganadores en ciertos sectores pero el efecto neto para los ciudadanos y para la comunidad mundial es negativo en el mundo entero», insistió.
Azevedo considera vital «reforzar y preservar el sistema comercial». «Olvidando la importancia fundamental del sistema comercial basado en reglas, nos arriesgamos a debilitarlo, lo que sería un error histórico que tendría repercusiones sobre el empleo, el crecimiento y la estabilidad en el mundo», reveló.
En 2018, el freno del crecimiento del volumen de intercambios de mercancías fue general, una muestra de una caída de la demanda de importación tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, según la OMC.
«El declive de los intercambios observado en 2018 fue principalmente provocado por Europa y Asia», que representan respectivamente el 37% y el 35% de las importaciones mundiales.
Tras haber registrado un fuerte aumento en 2017, Asia tuvo un crecimiento del comercio más moderado en 2018. En paralelo, las importaciones europeas disminuyeron progresivamente.
América del Norte constituye «la gran excepción a esta tendencia», apunta la OMC, subrayando que el dinamismo de la economía de Estados Unidos contribuyó al fuerte aumento de las importaciones.
Varios factores han afectado al crecimiento del comercio en 2018, según la OMC, que habla en particular de la introducción de nuevos aranceles y medidas de represalía, la debilidad del crecimiento económico mundial, la volatilidad de los mercados financieros y las nuevas condiciones monetarias en los países desarrollados.